Funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dijeron este viernes tener evidencia de dos brotes de súper hongo ‘Cándida auris’ en un hogar de ancianos de Washington y en dos hospitales del área de Dallas.

Indicaron que un puñado de pacientes tenían infecciones fúngicas invasivas que resultaron inmunes a las tres clases principales de medicamentos contra dicho hongo, el cual es considerado intratable y resistente, por lo que es peligroso para personas con problemas médicos graves.

“Esta es realmente la primera vez que comenzamos a ver grupos de resistencia” en los que los pacientes parecían contraer infecciones entre sí”, dijo la doctora Meghan Lyman de los CDC.

En Washington un grupo de 101 casos de ‘Cándida auris’ en un hogar de ancianos dedicado a pacientes muy enfermos incluyó tres que eran resistentes a los tres tipos de medicamentos antimicóticos.

Entre tanto, un grupo de 22 en dos hospitales del área de Dallas incluyó dos con ese nivel de resistencia. Las instalaciones no fueron identificadas y esos casos se vieron de enero a abril.

Además, se indicó que de las cinco personas que tuvieron resistencia por completo al tratamiento, tres murieron en Texas y una en Washington.

La doctora Meghan Lyman, de los CDC, informó que ambos son brotes en curso y que se han identificado infecciones adicionales desde abril, aunque las cifras adicionales no las revelaron.

‘Cándida auris’ se reportó por primera vez en el año 2009 en Japón, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.

En una revisión retrospectiva de recolecciones de cepas del género Cándida, se observó que la cepa conocida más antigua de este hongo data del año 1996 en Corea del Sur. Los CDC consideran a la Cándida auris como un patógeno emergente, porque se ha identificado un número creciente de infecciones en múltiples países desde su primer reporte.

Asimismo, se ha señalado que el hongo les preocupa a los centros porque es comúnmente resistente a múltiples fármacos, lo que significa que se resiste a varios medicamentos antimicóticos que se usan comúnmente para tratar infecciones por especies del género Cándida.

Además, es difícil de identificar con métodos estándar de laboratorio y puede ser identificada erróneamente en laboratorios sin la tecnología específica, lo que puede llevar a un manejo inadecuado.

También ha causado brotes en entornos de atención médica. Por esta razón, la rápida identificación de ‘Cándida auris’ en un paciente hospitalizado es particularmente importante para que los establecimientos de atención médica puedan tomar precauciones especiales para detener su propagación.

La ‘Cándida auris’ causa infecciones del torrente sanguíneo, infecciones de heridas e infecciones del canal auditivo. También ha sido aislada en muestras respiratorias y de orina, pero se debe tener especial cuidado en la interpretación del resultado del cultivo en estos dos últimos tipos de muestras.

Al igual que otras infecciones causadas por otras especias del género Cándida, las infecciones por ‘Cándida auris’ generalmente se diagnostican por medio de un cultivo de muestras de sangre o de otros líquidos corporales. Sin embargo, es más difícil de identificar que otras especies más comunes del género Cándida. Por ejemplo, se la puede confundir con otros hongos, especialmente ‘Cándida haemulonii’, por lo que se necesitan métodos especializados de laboratorio para identificarla.

Los datos limitados indican que los factores de riesgo para enfermarse por ‘Cándida auris’ generalmente son similares a los factores de riesgo para otras infecciones por especies del género Cándida. Estos factores de riesgo incluyen operaciones recientes, diabetes y el uso de antibióticos y medicamentos antimicóticos de amplio espectro.

Auris significa oído en latín. A pesar del nombre, la ‘Cándida auris’ también puede afectar muchas otras partes del cuerpo y puede causar infecciones invasivas, incluso infecciones del torrente sanguíneo e infecciones de heridas.

Se han notificado infecciones por ‘Cándida auris’ en más de una docena de países, entre ellos Alemania, Canadá, Colombia, Corea del Sur, España, India, Israel, Japón, Kenia, Kuwait, Noruega, Pakistán, Reino Unido, Sudáfrica y Venezuela, así como en los Estados Unidos.

Debido a que su identificación requiere métodos especializados de laboratorio, es probable que hayan ocurrido infecciones en otros países también, pero que tal vez no hayan sido identificadas o notificadas.

Los CDC recomiendan que cualquier persona que crea tener alguna infección micótica o infección asociada a la atención médica, debe consultar a un proveedor de servicios de salud.

La mayoría de las infecciones por ‘Cándida auris’ son tratables con una clase de medicamentos antimicóticos llamados equinocandinas. Sin embargo, algunas infecciones por este hongo han sido resistentes a las tres clases principales de medicamentos antimicóticos, lo que las hace más difíciles de tratar. En esta situación, varias clases de antimicóticos en dosis altas podrían ser necesarias para tratar la infección.

La ‘Cándida auris’ se puede propagar en entornos de atención médica por medio del contacto con superficies o equipamientos contaminados o de persona a persona. Aunque los expertos consideran que es necesario investigar más para comprender mejor cómo se propaga.