Este jueves 21 de julio, desde el condado de Rockland, en el estado de Nueva York, Estados Unidos, se presentó un caso de poliomielitis, enfermedad que no se presentaba en este país desde hace 10 años. Por el momento las autoridades se encuentran investigando el origen del contagio, que hasta ahora se estima que sea importado.

Aunque la polio es comúnmente conocida y temida por sus graves consecuencias en menores de edad, la persona contagiada resultó ser un adulto que no se había vacunado contra la enfermedad a lo largo de su vida. Sin embargo, por el momento las autoridades no dieron detalles sobre el estado actual de salud del contagiado.

Es de resaltar que desde 1979 el país norteamericano logró sobrepasar la polio y se declaró como erradicada. Habría sido en 2013 cuando se presentó el último caso registrado de esta enfermedad, pero hasta el momento hay jornadas de vacunación contra esta afección en Estados Unidos, por lo que sigue siendo controlada.

Por el momento, según declaraciones recogidas por Telemundo 47, las autoridades en salud del estado de Nueva York han informado que se tiene la teoría de que el adulto contagiado haya sido infectado por una persona que había sido vacunada contra la polio, pero con un biológico de vía oral (OPV, por sus siglas en inglés), misma que no se estaría administrando en EE. UU. desde el año 2000, cuando fue reemplazada por la vacuna con el virus inactivado de la polio (IPV, por sus siglas en inglés).

“Esto sugiere que el virus puede haberse originado en un lugar fuera de EE. UU. donde se administra la OPV, ya que las cepas revertidas no pueden surgir de las vacunas inactivadas”, fueron las palabras del vocero del Departamento de Salud del Estado de Nueva York en un comunicado recogido por el medio citado, explicando el porqué del origen de la teoría.

Y se agregó: “En este caso, no conocemos la fuente real de la contracción”, anunciando que el hombre habría llegado al centro de urgencias con síntomas de parálisis en su cuerpo. Se informó que se tienen en vigilancia a los familiares del afectado, así como a personas cercanas con las que se pudo haber tenido contacto.

“A principios de la década de 1950, antes de que las vacunas contra la polio estuvieran disponibles, los brotes de polio causaban más de 15.000 casos de parálisis cada año”, especificó el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, dando un panorama histórico sobre las afectaciones que se tuvieron en este país con la enfermedad mencionada.

“Después de la introducción de las vacunas, específicamente la vacuna trivalente inactivada contra el poliovirus (IPV) en 1955 y la vacuna trivalente oral contra el poliovirus (OPV) en 1963, el número de casos de polio se redujo rápidamente a menos de 100 en la década de 1960 y menos de 10 en la década de 1970″, continuaron agregando sobre la forma en como se logró erradicar la enfermedad en este territorio específico.

La poliomielitis es una enfermedad viral contagiosa que cuando se presenta de manera grave provoca lesiones a los nervios que causan parálisis, dificultad para respirar y, en algunos casos, hasta la muerte.

La mayoría de las personas infectadas con el virus de la polio no presentan síntomas y muchas se recuperan sin complicaciones. Es más, muchas no se enteran que tuvieron el virus. Sin embargo, según la biblioteca médica MedlinePlus, puede que algunos individuos experimenten dolor de garganta, fiebre, cansancio, náuseas, debilidad, dolor de cabeza o dolor de estómago, aunque el virus pronto desaparece.