Los pasos fronterizos abrirán el miércoles 11 de octubre, a partir de las 08h00 locales (12h00 GMT), informó el portavoz del gobierno, Homero Figueroa, tras una reunión del Consejo Nacional de Seguridad sobre nuevas medidas en la frontera.
Esto ocurre de cara a la eventual llegada de una misión internacional de la ONU a su país vecino. “Reforzaremos la militarización de la frontera para hacer más difícil aún el acceso a nuestro territorio a los pandilleros (haitianos) que huyan de la fuerza multinacional”, indicó Figueroa en un video publicado en la red social X.
Figueroa anunció la habilitación de “corredores comerciales provisionales con estrictas medidas de control militar y registro biométrico obligatorio en las provincias” fronterizas con el fin de “facilitar el comercio de productos esenciales dominicanos como alimentos y medicinas, especialmente para los infantes”.
Además de estas medidas, el gobierno de República Dominicana tiene previsto ampliar significativamente las medidas de seguridad en los mercados binacionales ubicados en las zonas fronterizas. Esta acción se toma en un momento en que Haití, el país más empobrecido de América, representa un papel crucial como el segundo socio comercial de República Dominicana, siendo receptor del 8,4% de sus exportaciones, que alcanzaron aproximadamente 1.040 millones de dólares en el año 2022.
Sin embargo, es importante destacar que el gobierno dominicano ha impuesto restricciones específicas a ciertos productos que pueden ser exportados a Haití. Estas restricciones incluyen la prohibición de exportar productos electrónicos, cemento, varillas y otros materiales de construcción.
La razón detrás de esta medida, según las declaraciones de Figueroa, es evitar que se construyan estructuras que representen una amenaza para los activos medioambientales compartidos por ambos países.
Esta prohibición se ha visto influenciada por la controversia en torno a la construcción de un canal en Haití que tiene como objetivo desviar el agua del río binacional Masacre para su uso en el riego de cultivos. El presidente Luis Abinader, quien actualmente busca la reelección, ha calificado esta obra, que aún está en curso, como una “provocación”.
En respuesta, ordenó el cierre completo de las fronteras terrestres, aéreas y marítimas con Haití, además de bloquear la inmigración desde ese país. Estas medidas han dado lugar a una situación de tensión entre ambas naciones que continúa siendo motivo de seguimiento y debate.
El compromiso del gobierno dominicano en relación con el cierre migratorio de la frontera es claro y firme. Según reafirmó Figueroa, esta medida se mantendrá de manera indefinida con el objetivo principal de evitar el tránsito de personas desde territorio haitiano hacia República Dominicana.
Además de la prolongación indefinida del cierre fronterizo, también se ha anunciado la extensión sin límite de tiempo de la suspensión de la entrega de visas a ciudadanos haitianos.
Esta decisión se enmarca en el contexto de una crisis económica y política en Haití que se ha visto exacerbada por la escalada de violencia protagonizada por pandillas en el país vecino. Esta situación ha resultado en un aumento significativo en el flujo de haitianos hacia República Dominicana, muchos de los cuales se encuentran en situación de indocumentados.
Para abordar este desafío, el gobierno dominicano ha intensificado sus esfuerzos en la frontera compartida. Se han llevado a cabo múltiples redadas para identificar y controlar a las personas que han ingresado ilegalmente al país, mientras que también se está llevando a cabo la construcción de una verja en la frontera común como parte de las medidas para reforzar la seguridad y el control fronterizo.
La prolongación indefinida de estas restricciones y medidas fronterizas refleja la preocupación de República Dominicana por gestionar de manera efectiva los flujos migratorios y garantizar la seguridad y el orden en la zona fronteriza, en medio de la compleja situación que se vive en Haití y sus impactos en la región.
*Con información de AFP.