El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pedió a las autoridades ugandesas que respeten los derechos de las personas LGTBI, después de que el presidente del país, Yoweri Museveni haya promulgado una ley que contempla castigos severos, incluida la pena de muerte y cadena perpetua, contra las personas de este colectivo.
“(Guterres) pide a Uganda que respete plenamente sus obligaciones internacionales en materia de Derechos Humanos, en particular el principio de no discriminación y el respeto a la intimidad personal, con independencia de la orientación sexual y la identidad de género”, reza un comunicado del portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric.
En este sentido, el secretario general se ha mostrado “profundamente preocupado” por la promulgación de la Ley contra la Homosexualidad en Uganda, ya que prevé la aplicación de la pena de muerte y largas penas de prisión.
“Esta ley aumenta el riesgo de que empeoren la violencia y la persecución a las que se enfrentan lesbianas, gays y bisexuales en Uganda”, advitió Guterres.
Con todo, ha renovado su llamado a todos los Estados miembros de Naciones Unidas para que cumplan con sus obligaciones en virtud de los Derechos Humanos, amparados bajo el derecho internacional, y pongan fin a la penalización de las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo.
Otras agencias de la ONU, como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, han manifestado su “consternación” por la aprobación de la “draconiana y discriminatoria ley antigay en Uganda”, ha explicado Dujarric en una rueda de prensa.
Así, ha indicado que cada agencia tomará sus propias decisiones sobre la posible interrupción de algunos de sus programas en el país africano. Sin embargo, ha subrayado que el equipo de la ONU en el país “sigue dialogando con el Gobierno para ver cómo afectará” la ley.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que la nueva ley anti LGTBI es “vergonzosa” y es una “trágica violación de los derechos universales” en el país africano, lo que incentiva a Washington a tomar medidas en represalia, como nuevas sanciones.
“Los peligros que plantea este retroceso democrático son una amenaza para todos los que residen en Uganda, incluido el personal del gobierno de Estados Unidos, el personal de nuestros socios, los turistas, los miembros de la comunidad empresarial y otros”, dijo Biden en un comunicado remitido por la Casa Blanca.
“Nadie debería tener que vivir en constante temor por su vida o ser objeto de violencia y discriminación (...) La perspectiva de amenazas más graves —incluidas largas sentencias de prisión, violencia o abuso— amenaza a muchos ugandeses que no quieren nada más que vivir sus vidas en seguridad y libertad”, agregó.
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, también se pronunció al respecto y aseguró en un comunicado que la ley anti LGTBI es “contraria al Derecho Internacional y a las obligaciones de Uganda en virtud de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos”.
“La Unión Europea seguirá colaborando con las autoridades y la sociedad civil de Uganda para garantizar que todas las personas, independientemente de su orientación sexual e identidad de género, sean tratadas por igual, con dignidad y respeto”, señaló.
Finalmente, Borrell recordó que el Gobierno de Museveni “tiene la obligación de proteger a todos sus ciudadanos y defender sus derechos básicos. “De lo contrario, se socavarán las relaciones con los socios internacionales”, añadió.
Pese a la condena internacional, la ley fue modificada por el Parlamento en mayo a petición de Museveni para incluir algunos de los cambios con los que el presidente de Uganda quería matizar que no se castigaría la mera identificación como LGTBI, si bien la nueva ley contempla castigos más severos, entre ellos la pena de muerte y la cadena perpetua, para las personas de esta comunidad.
*Con información de Europa Press y AFP.