Un grupo de manifestantes ha atacado y provocado el cierre de dos restaurantes de la cadena de comida rápida estadounidense Kentucky Fried Chicken (KFC) en la capital de Irak, Bagdad, en el marco de las protestas contra compañías del país norteamericano por el apoyo de Washington a Israel.
Fuentes de seguridad citadas por la cadena de televisión iraquí Al Sumaria han indicado que “jóvenes manifestantes han cerrado dos restaurantes de KFC en la calle Palestina de Bagdad”, sin que por ahora haya informaciones sobre posibles daños materiales.
“Las fuerzas de seguridad están reforzando las medidas en Rusafa ante cualquier tipo de emergencia”, han manifestado, en medio de los llamamientos en redes sociales, a favor de atacar empresas y otros intereses estadounidenses en el país por la ofensiva militar de Israel contra la Franja de Gaza.
Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión kurda Rudaw, algunos de los manifestantes iban armados y han asaltado ambos restaurantes. Las autoridades de Irak no se han pronunciado por ahora sobre el incidente y se desconoce si hay detenidos.
De hecho, el incidente de este lunes es el segundo de este tipo contra restaurantes de esta cadena, tras otro ataque a finales de mayo por parte de dos sospechosos que lanzaron un artefacto explosivo de fabricación artesanal contra uno de sus locales en la calle Palestina.
Apenas unos días después, las oficinas de la empresa estadounidense Caterpillar y el Instituto Cambridge, situado también en la calle Palestina, fueron objetivo de un ataque con granadas aturdidoras que se saldó sin víctimas o daños materiales.
Estas acciones son parte de los llamamientos al boicot y el ataque contra empresas de Estados Unidos por la ofensiva de Israel contra Gaza, lanzada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas contra territorio israelí, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados.
La ofensiva de Israel ha dejado hasta la fecha cerca de 36.500 palestinos muertos, según los datos facilitados por las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, a los que se suman cerca de 520 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos desde el 7 de octubre en Cisjordania y Jerusalén Este.
Drones y proyectiles lanzados por Hezbolá provocan voraz incendio en Israel
Los proyectiles y drones lanzados durante la jornada de hoy lunes 3 de junio por el partido-milicia libanés Hezbolá contra territorio del norte de Israel han provocado un grave incendio que ha obligado a cerrar varias carreteras.
Varias viviendas se han incendiado en Kiryat Shmona, donde los equipos de emergencia trabajan para intentar sofocar las llamas. La gran mayoría de los habitantes de la zona había sido ya evacuado, informa el diario The Times of Israel.
Hay focos en el kibutz de Kfar Giladi, al norte de Kiryat Shmona, en el monte Adir y en la zona de Amiad, lo que ha provocado el cierre de las principales carreteras de la región de Galilea.
Las autoridades han enviado refuerzos para colaborar en las labores de extinción del fuego, mientras la Policía informa que está “evacuando casas, redirigiendo el tráfico y registrando varias zonas en las que los bomberos están sofocando las llamas con ayuda”.
Mientras tanto, el servicio dice que los esfuerzos de extinción de incendios también continúan en los Altos del Golán, luego de un gran incendio provocado ayer como resultado de un bombardeo de cohetes de Hezbollah en el área de Katzrin.
Más tarde, los combatientes de Hezbolá atacaron un grupo de tropas de ocupación israelíes cerca del sitio militar de Ramyah. El ataque se llevó a cabo mediante “armas de cohetes” no especificadas y asestó impactos directos a los objetivos.
Los medios de comunicación israelíes informaron que los residentes de Kiryat Shmona fueron evacuados después de que los incendios se extendieran debido a los lanzamientos de misiles desde el Líbano. Los informes añaden que decenas de bomberos han estado trabajando durante más de seis horas en un intento de controlar los incendios en Alto al-Jalil.