Poco más de dos semanas luego de una rebelión protagonizada por el Grupo Wagner en Rusia, este lunes se confirmó que el presidente, Vladimir Putin, se había reunido con el jefe de ese organismo, Yevgueni Prigozhin, cinco días después del caos que alcanzó a despertarse en dicho país, captando la atención internacional.
El encuentro duró “casi tres horas”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien precisó que Putin formuló su “valoración” del motín del 24 de junio y escuchó a los comandantes del Grupo Wagner, que aquel día se propuso derribar a la cúpula militar. En concreto, el encuentro incluyó a 35 comandantes de distintos “destacamentos”.
“Se desconocen los detalles de ella, pero lo único que podemos decir es que el presidente hizo una evaluación de las acciones de la compañía en el frente de la operación militar especial (como llama Moscú a la invasión en Ucrania desde el comienzo de la guerra) y también dio su evaluación sobre los eventos del 24 de junio”, continuó Peskov.
Una rebelión que puso en vilo a Rusia
El sábado 24 de junio Prigozhin encabezó un levantamiento de sus fuerzas hacia la capital rusa y, tras alcanzar un acuerdo, ordenó el repliegue de sus tropas. El líder de los Wagner manifestó que su objetivo no era “hacer caer al régimen” y agradeció por el apoyo.
“Gracias por ello. Quiero que entiendan que nuestra marcha por la justicia buscaba acabar con los traidores y movilizar a la sociedad, y creo que lo hemos logrado en gran medida”.
Con la reunión confirmada este lunes, Putin pudo conocer de primera mano las motivaciones de los comandantes del grupo paramilitar para efectuar ese intento de rebelión y, además, recibió de todos ellos su compromiso con el respeto a su figura y la “lucha por la Patria”. Dos días después de la revuelta, el “régimen de operación antiterrorista” fue levantado.
La medida quedó sin efecto al considerar que ya “no hay amenazas para la vida, la salud o la propiedad de las personas”, dijo el Comité Nacional Antiterrorista (NAK) en un comunicado difundido por agencias de noticias rusas. Esa normativa se había puesto en marcha en Moscú y su región, así como en la zona de Voronezh.
Otan mantiene la incertidumbre
Entretanto, el Kremlin afirmó este lunes que la eventual adhesión de Ucrania a la OTAN tendría secuelas “muy negativas” para el continente europeo, de cara a una cumbre que esta semana desarrollará la Alianza Atlántica en Lituania.
“La integración de Ucrania en la Otan tendría consecuencias muy negativas para toda la arquitectura de seguridad en Europa, que ya está medio destruida”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, para quien esa posibilidad sería, además, “un peligro absoluto y una amenaza para nuestro país”.
Por su lado, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que apoyará la entrada de Suecia en el organismo internacional si la Unión Europea reabre las negociaciones de adhesión de Turquía al bloque. Ese país ha sido uno de los que mayor oposición ha mostrado para dar un aval al país representado por Ulf Kristersson.
“Abran primero la vía a la adhesión de Turquía a la Unión Europea y después abriremos la vía a Suecia, como abrimos la vía a Finlandia”, declaró Erdogan la víspera del inicio de la cumbre anual de la Otan. Respecto a la intención de Ucrania, este domingo su presidente, Volodímir Zelenski, dijo estar esperanzado en la cumbre.
Tras una reunión con su homólogo polaco, Andrzej Duda, Zelenski aseguró que se acordó “trabajar juntos para obtener el mejor resultado posible”.
*Con información de Europa Press y AFP.