Un poderoso huracán de categoría 4 irrumpió en las islas orientales del Caribe el lunes, causando estragos en su paso por la región. Carriacou, una pequeña isla al norte de Granada, fue la primera en sentir la furia de Beryl, siendo “arrasada” en tan solo media hora, según palabras del primer ministro de Granada, Dickon Mitchell.
La fuerza bruta del huracán dejó un panorama desolador: árboles partidos por la mitad, techos arrancados por los vientos de más de 240 kilómetros por hora y marejadas gigantescas que azotaron las costas. Carriacou y Pequeña Martinica se quedaron sin electricidad y las comunicaciones eran precarias.
Las primeras evaluaciones hablan de una persona fallecida en Saint George, la capital de Granada, tras la caída de un árbol sobre una vivienda. “Esto nos afecta de lleno”, dijo Mitchell, quien confirmó que la persona fallecida era familiar de un miembro del Centro Operativo Nacional de Emergencias.
Se espera que la magnitud total de los daños en Carriacou y Pequeña Martinica se revele en las próximas horas. Mitchell anunció que se trasladaría a Carriacou tan pronto como las condiciones lo permitieran. “Hubo devastación por todas partes”, dijo el primer ministro. “Por eso anticipamos que habrá que pasar rápidamente al modo de evaluación de daños y de recuperación y estabilización”.
En la isla principal de Granada, también se reportaron daños considerables tras el paso de la tormenta. El techo de una estación de policía fue arrancado y un hospital tuvo que evacuar a sus pacientes a un nivel inferior debido a daños en su estructura.
Beryl, el primer huracán de la temporada, ha sido una anomalía dentro de una temporada de tormentas inusualmente activa. Es el tercer huracán de gran intensidad que se forma en el Atlántico en junio, y la primera vez que un huracán de categoría 4 se materializa tan temprano en el año.
Los meteorólogos han calificado a Beryl como “otra cosa”, describiendo su desarrollo como “increíble”. La tormenta pasó de ser una depresión tropical a un huracán mayor en tan solo 42 horas, un fenómeno acelerado por las cálidas temperaturas del mar. Este crecimiento tan rápido solo se ha registrado en seis ocasiones anteriores en la historia de los huracanes del Atlántico.
A pesar de la ferocidad de Beryl, las autoridades de Barbados informaron que la isla se salvó de lo peor. La primera ministra, Mia Mottley, declaró que posiblemente se habían hundido hasta 20 barcos pesqueros, incluyendo dos cruceros populares. Sin embargo, agregó que “esto podría haber sido mucho peor para nosotros”.
Las primeras estimaciones de parte de las autoridades hablan de 40 viviendas con daños estructurales o en los techos en Barbados, aunque se espera que esa cifra aumente a medida que los residentes regresen a sus hogares.
La población del Caribe oriental se preparó para la tormenta desde el fin de semana, adquiriendo provisiones de último minuto. Según el Centro Nacional de Huracanes, se espera que Beryl continúe su trayectoria por el Caribe y llegue a Jamaica el miércoles, posiblemente en condiciones de huracán.