Felipe VI tiene un patrimonio de algo más de 2,3 millones de euros en cuentas corrientes, de ahorro y valores de participación en fondos, además de unos 300.000 euros en obras de arte, antigüedades y joyas.

El monarca ha desvelado por primera vez su patrimonio y ha informado también que “está principalmente constituido por las retribuciones” que ha recibido en los últimos 25 años, como príncipe de Asturias primero y como rey después, que ascienden a una cantidad bruta de 4,3 millones.

De estos datos se desprende una capacidad de ahorro que asombraría al grueso de los españoles, que ahorran de media el 9,6 % de su renta disponible, según los últimos datos del INE.

De esos 4,3 millones que Felipe de Borbón ha cobrado como sueldo con cargo a las cuentas públicas, se indica que “han de deducirse las retenciones fiscales practicadas, así como el importe de los impuestos satisfechos a lo largo de esos 25 años”.

De hecho, teniendo en cuenta el sueldo del monarca, desde que su padre Juan Carlos de Borbón comenzó a hacerlo público en 2011 hasta hoy, este se sitúa en el penúltimo tramo del IRPF, por encima de los 60.000 euros. Aquel año cobró como príncipe de Asturias 146.376 euros. En 2021, se puso una asignación de 258.927.

Si bien la Casa Real ha evitado cuantificar la parte de esos 4,3 millones de euros que ha ido a parar al lugar del que salió, las arcas públicas, la institución alega que siempre facilitan estas cantidades en bruto. Aunque en los últimos años los tipos han sufrido algunas variaciones y teniendo en cuenta que en el portal de transparencia de la institución solo se detallan los presupuestos a partir de 2011, por lo que no se puede consultar lo que Felipe VI percibió cada año entre 1998 y 2010.

El secretario general del Registro de Economistas Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas de España, Luis del Amo, estima que en este cuarto de siglo el rey podría haber tributado en torno al millón y medio de euros.

Es un cálculo que hay que tomar con cautela, pero según esta estimación aproximada las retribuciones netas estarían sobre los 2,8 millones. El patrimonio total de Felipe VI asciende a unos 2,6 millones de euros. Esto quiere decir que se puede deducir unos 200.000 euros de gasto de su autonomía de los 8.000 que se manejan al año, desde 1998. Sin embargo, como resalta la Casa Real, varios de esos valores podrían haber dado rentabilidad.

Teniendo en cuenta que la propia Casa Real especifica que el patrimonio está constituido principalmente por las retribuciones del monarca, de estos datos se infiere una capacidad de ahorro por encima del 90 % de lo que ingresa.

Cabe resaltar que el principal gasto que enfrentan los españoles es el de la vivienda, que en la última década ha superado año a año el 30 % del total. Este es un desembolso al que Felipe VI no tiene que hacer frente, porque tanto la Zarzuela, como el Pabellón del Príncipe, un lujoso chalet de 1.800 metros cuadrados que es su residencia oficial, pertenecen a Patrimonio Nacional, que sufraga sus costes. Pero no es ese el único gasto que el rey se ahorra con cargo a las cuentas públicas.

Ahora bien, cada año, la Casa Real recibe una asignación con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, de la que Felipe VI dispone para “el sostenimiento de su Familia y Casa” y que él distribuye libremente, según indica el artículo 65.1 de la Constitución.

En ese ejercicio, esa cantidad es de 8,4 millones de euros, de los que algo más de medio millón se han destinado como asignación al rey (258.927 euros), a la reina (142.402) y la reina emérita Sofía (116.525), que es lo que realmente se podría llamar como su sueldo. Felipe VI retiró esta asignación a su padre, Juan Carlos de Borbón, en marzo de 2020, tras conocerse el escándalo de los pagos de Arabia Saudí, según el Diario España.

Para 2022, más de cuatro millones de euros de esos 8,4 millones con cargo a los presupuestos irán destinados a gastos de personal y otros 2,7 a gastos corrientes en bienes y servicios, según el portal de transparencia de la Casa Real. Aquí entrarían arrendamientos de equipos informáticos, transmisión de datos, medios de transporte, derechos de uso de dominios en internet, reparaciones a pequeña maquinaria, material de oficina, seguros, atenciones protocolarias y gastos de desplazamiento y alojamiento, entre otros.

Son las dos mayores partidas, pero hay otras destinadas a “fondos de contingencia” (168.000), para gastos no previstos, y de “inversiones”, de casi un millón de euros, en el que se incluye un Plan de Transformación Digital iniciado en 2019.

Pero estos 8,4 millones no cubren todos los gastos de la Corona. Además de los mencionados, hay muchos otros que se distribuyen por otras instituciones o ministerios. Por ejemplo, el personal que trabaja para la Casa Real pero que es funcionario de carrera del Estado, de las comunidades o de las entidades locales y los funcionarios eventuales están a sueldo del ministerio de la Presidencia.

En el 2021 había 146 personas en esta situación, que recibieron unas remuneraciones totales por valor de 2,5 millones de euros. Además, “por razones de economía administrativa”, la Casa del Rey puede utilizar medios personales y patrimoniales de Patrimonio Nacional, del Parque Móvil del Estado u otros organismos.

En cuanto al Parque Móvil del Estado, este está adscrito al ministerio de Hacienda. Según publicó El Orden Mundial, en 2020 el departamento de María Jesús Montero facilitó a la familia real un total de 44 vehículos y corrió con los gastos de 60 conductores, con salarios que ascendían a 1,5 millones de euros. Además, la seguridad del rey y su familia también va con cargo a partidas distintas de la que se le concede para los gastos de su familia y casa.