“Seremos audaces. Daremos al país lo que tanto necesita y que, sin embargo, con demasiada frecuencia se le ha negado”, proclamó, pese a que su partido está en el poder desde hace trece años.
“Nuestra misión es cambiar fundamentalmente nuestro país”, subrayó el jefe del gobierno, de 43 años y al mando del país desde hace casi uno, en su discurso de alrededor de una hora en Mánchester.
Su intervención se da en momentos en que los conservadores están unos veinte puntos por debajo de los laboristas en las encuestas de intención de voto de las elecciones que deben llevarse a cabo antes de enero de 2025.
Poniendo fin a un suspenso que casi monopolizó la atención durante los cuatro días del congreso, Rishi Sunak confirmó el abandono del proyecto de construcción de un tramo de la segunda línea de tren bala del país (HS2), entre Birmingham y Mánchester.
“En su lugar, reinvertiremos cada penique, 37.500 millones de libras” (45.500 millones de dólares) en centenares de nuevos proyectos en el norte y en Midlands (región del centro de Inglaterra)”, lanzó entre los aplausos de la sala, aunque también con la incomprensión de las autoridades de las zonas concernidas por esta anulación.
Críticas a Sunak
“No sé cómo puede mirarse al espejo”, afirmó, enfadado, el alcalde laborista de Mánchester, Andy Burnham, en la BBC.
El proyecto simbolizaba la promesa de reequilibrio en beneficio de las regiones desfavorecidas del norte de Inglaterra. Su abandono es además delicado porque esas mismas regiones, tradicionalmente laboristas, dieron un giro a la derecha en las elecciones ganadas por los conservadores liderados por Boris Johnson en 2019, tras el Brexit.
“Si el proyecto es anulado, no aumentará las chances del Partido Conservador de lograr parlamentarios en las áreas afectadas del norte de Inglaterra”, dijo a la AFP poco antes del discurso Mark Garnett, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Lancaster.
Sunak descartó un corte de impuestos, preconizado por dirigentes conservadores en un contexto de dificultades económicas y de aumento del costo de la vida.
“El mejor recorte de impuestos que se puede hacer ahora es dividir por dos la inflación y hacer bajar el costo de vida”, declaró.
Prohibir el tabaco
En su enérgico discurso, Sunak reiteró con firmeza su apoyo inquebrantable a Ucrania, destacando la importancia de que esta exrepública soviética continúe avanzando en su lucha contra la invasión rusa. Hizo hincapié en que el compromiso del Reino Unido es claro: “Ucrania debe terminar el trabajo que ha comenzado, y estaremos a su lado en este desafío”.
Además, el Primer Ministro subrayó su determinación en cuanto a la inmigración ilegal, afirmando que tomará “todas las medidas necesarias” para frenar el flujo de embarcaciones de inmigrantes que atraviesan ilegalmente el Canal de La Mancha. Su compromiso en este asunto es incuestionable, y se comprometió a implementar medidas más estrictas para garantizar la seguridad fronteriza.
En un giro sorprendente, Sunak propuso también poner fin al consumo de tabaco, presentando un plan gradual para aumentar la edad legal para comprar cigarrillos. Esta medida tiene como objetivo promover la salud pública y reducir el tabaquismo entre los jóvenes, aunque seguramente generará debates y desafíos en el futuro.
A pesar de los desafíos, es importante destacar que el congreso de los ‘Tories’ este año fue menos caótico que el del año pasado, que estuvo marcado por el breve mandato de la primera ministra Liz Truss. Aunque no fue completamente apacible, el partido mostró un mayor grado de unidad y estabilidad bajo el liderazgo de Sunak.
“Los conservadores han hecho anuncios en este congreso que creen que harán subir su popularidad, en plena ofensiva contra la inmigración o los “wokes” (progresistas) o con declaraciones en defensa de los automovilistas”, afirmó el politólogo Garnett.
Se trata de anuncios “diseñados especialmente para aumentar el entusiasmo de los miembros del partido con un gobierno severamente criticado por algunos de sus propios seguidores”, agregó.
*Con información de AFP.