“Nilson, ¿cómo estás? Quería decirte que si todo este proceso que estoy teniendo que vivir no me arruina, que voy camino de ello, espero poder hacerte algún tipo de regalito económico cuando vengas a Tailandia”, así dice uno de los audios de whatsapp de Rodolfo Sancho, publicados por la cadena Telecinco.
Los mensajes dejan ver la confianza con la que el actor español se hablaba con uno de los testigos del proceso, pero también el grado de desesperación que tenía frente al juicio, al punto de prometer incluso pagarle una residencia al venezolano.
“Te digo espero porque está siendo la ruina esto, imagínate... Tener que viajar a Tailandia, abogados en España, abogados de aquí, es demencial. Pero haré todo mi esfuerzo porque, de verdad, creo que te lo mereces y ya sabes que yo creo que eres un magnífico ser humano. Haré todo mi esfuerzo para ello”, dice en uno de los apartes.
“Sobre todo eso... Para ver si puedo ayudar a aportar un poco a que compres esa casa que te quieres comprar, ¿vale?”, le promete en otro.
Nilson Domínguez es un venezolano que habría buscado a Rodolfo Sancho para prometerle testificar en contra de Edwin Arrieta. El hombre convenció al actor de que había sido víctima de una relación violenta y tormentosa y dijo que estaba dispuesto a decirlo en los estrados. A cambio de eso, probablemente, Sancho decidió enviarle dinero.
El papel de Rodolfo Sancho en toda esa novela ha sido controvertido. El famoso actor contó su versión de lo que ha vivido en el documental El caso Sancho, de HBO Max.“El mismo día me llama mi hermano que ha visto la noticia y estaba shockeado y preocupado, tarda en decirme exactamente qué está pasando. Y yo solo le pregunto: ‘Bueno, ¿pero está vivo?’, que es lo que al final importa. Ya luego veo la noticia con esa sensación burda de estar en una película”, contó.
El documental desató una enorme pelea con Silvia Bronchalo, madre de Daniel, quien ha arremetido duramente contra él. Si bien la exactriz es alguien conocida por mantener una extrema cautela a la hora de dar declaraciones sobre el caso, rompió el silencio para llegar a la ruptura definitiva con su expareja, asegurando que las entrevistas del documental están “manchadas de sangre”. Criticó que haya recibido dinero por sus declaraciones, aunque no se conoce el monto.
Silvia y Rodolfo se enamoraron desde muy jóvenes, él tenía 19 años y ella, 18, tuvieron a Daniel y poco después se separaron; únicamente los unía el hijo en común. La mujer se retiró de la vida pública y solo volvió a aparecer en los reflectores una vez se conoció el asesinato.
Ya en Tailandia, los padres mostraron dos facetas totalmente opuestas a la hora de acompañar al acusado en su juicio por el asesinato de Edwin Arrieta. Mientras Rodolfo Sancho fue mucho más abierto a la prensa y muchas veces respondió a las preguntas que se le hacían, Silvia Bronchalo fue precavida y nunca quiso hablar. Esto se vio incluso en la sentencia de cadena perpetua del pasado jueves.
Durante el juicio, también ambos manejaron los detalles de manera muy distinta, mientras que Rodolfo Sancho daba sus polémicas declaraciones en el documental que lleva el caso de su hijo, asegurando que si bien sentía la muerte de Edwin Arrieta y envió un mensaje de condolencias a la familia colombiana, aseguró: “Me da lástima que haya un fallecido, pero yo tengo la perspectiva de que aquí hay dos víctimas”, manifestó el padre.
Por su parte, Silvia Bronchalo, si bien no formó parte tan activa del proceso, en ocasiones vistió prendas que supuestamente tenían el fin de enviarle buena suerte y energías positivas a su hijo. Por ejemplo, la madre de Daniel Sancho llevaba diez pulseras, todas ellas con mensajes claves, entre ellas había una negra, otra rosa y una blanca, y cada una tenía un significado distinto en respaldo al acusado.
Poco después de que a Daniel Sancho le fuera impuesta la cadena perpetua y una indemnización a la familia de Edwin Arrieta de casi 120.000 dólares (492 millones de pesos), Silvia Bronchalo salió del juzgado en compañía de sus abogados entre lágrimas y sin decir una sola palabra. Mientras que varios minutos después, cuando el padre salió del recinto, dio tres palabras que presagiaron la apelación de la pena: “A seguir luchando”, manifestó.
Pero los conflictos de la pareja no son algo nuevo, ya que los medios españoles hace unos meses dieron a conocer que en febrero de 2024 Silvia Bronchalo había demandado a su expareja por supuestas injurias y calumnias. Esto debido a que Rodolfo Sancho aseguró que ella era bipolar, loca e incapaz, además de decirle la frase: “Nuestro hijo tiene traumas por tu culpa”, aunque el padre del condenado siempre ha negado las acusaciones.
Con respecto a esto, unos meses después, la jueza encargada de la causa desestimó las denuncias de la mujer, ya que, según se aseguró, dichas conversaciones dadas a conocer por Bronchalo habían tenido lugar en medio de un ambiente de mucha presión, por lo cual de igual forma suspendió la investigación, aunque aún existe un recurso de apelación y para ello tendría que presentar diálogos completos, tal y como solicitaba la magistrada asignada.
Por ahora, si bien la familia Arrieta celebra el fallo con el que se hace justicia, los Sancho ven oscuro el panorama para su hijo, quien, según lo que se especula, tendrá que pasar al menos diez años en una prisión tailandesa antes de siquiera poder pedir el traslado a España. Y la ilusión de una reducción de pena parece muy lejana. Todo el caso ha resquebrajado aún más en la relación entre los padres del condenado y pone la situación de cara a las apelaciones más tensa que nunca.