La situación entre el grupo paramilitar Grupo Wagner y las autoridades rusas dejan entrever cada vez más lo fuera de control que le salió la alianza a Putin. Luego de las constantes amenazas que ha hecho el grupo de mercenarios desde los últimos meses, y las recientes advertencias en contra del ministro de Defensa en Moscú, el Kremlin respondió con una contundente investigación.
Según se informó este viernes 23 de junio, el Servicio Federal de Rusia abrió una causa penal contra el líder de Wagner, Yevgeni Prigozhin, por incitar a la rebelión armada después de que acusara al Ministerio de Defensa ruso de atacar campos de entrenamiento del grupo paramilitar.
“Las acusaciones difundidas por Yevgeny Prigozhin no tienen fundamento. En relación con estas declaraciones, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia ha abierto un caso penal por el hecho de llamar a una rebelión armada”, informó el Comité Nacional Antiterrorista, según ha recogido la agencia de noticias TASS.
El código penal ruso castiga con penas de prisión de entre 12 a 20 años la rebelión armada, que busca “derrocar o cambiar por la fuerza el sistema constitucional de la Federación Rusa, así como violar la integridad territorial” de Moscú.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró que el presidente ruso, Vladimir Putin, está al tanto de la situación en torno a Prigozhin, pero no ofreció más detalles al respecto, recogió la agencia de noticias Interfax.
Todos esto luego de que, en un canal de Telegram de la organización de mercenarios se informó que se había lanzado “un ataque con misiles contra campos de entrenamiento de Wagner” que había dejado “muchas víctimas”. “El golpe ha sido asestado (...) por militares del Ministerio de Defensa ruso”, destaca el mensaje.
El Grupo Wagner ha advertido que cuenta con hasta 25.000 paramilitares en sus filas y que van a “averiguar por qué está pasando este caos”, el cual aseguran “es verdad”. “Todos los que quieran pueden unirse. Debemos terminar con esta desgracia”, señaló la organización, agregando que es necesario “frenar el mal” dentro de la cúpula militar rusa.
Además, Wagner ha prometido “detener” al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, a quien acusa de haber huido a Rostov para perpetrar un ataque armado desde allí contra el grupo paramilitar. “Esto no es un golpe militar. Esta es una marcha por la justicia”, puntualizó.
La dirección del Grupo Wagner, que combate en el bando ruso en la guerra en Ucrania, se ha mostrado crítica con las autoridades militares rusas y el ministro Shoigu, a quien, entre otros asuntos, reprocharon la falta de suministros y munición durante la batalla por Bajmut.
Yevgueni Prigozhin, quien en el pasado también se ha mostrado crítico frente a la acción y actuar de los mandos militares de su país, se mostró vehemente en sus críticas, poniendo incluso en duda algunos de los partes militares de los que el Kremlin termina haciendo eco, y denunciando que el Ministerio de Defensa estaría engañando “minuciosamente” a Putin.
Así, desde Wagner han empezado a cuestionar informaciones sobre destrucciones de tanques y armamento de Ucrania, o muertes masivas de soldados de la contraparte, sentenciando que en la práctica se ha visto es un retroceso en los avances, debido a la estrategia de contraataque y retoma por parte de las tropas de la ‘defensa’ ucraniana.
Esta situación se presenta justo en medio de los riesgos en torno a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de todo Europa, cuyas instalaciones han estado en disputa, en medio de una tensión que amenaza con la ocurrencia de una tragedia de las mismas dimensiones (o mayores) que Chernóbil.
*Con información de Europa Press.