El Gobierno de Rusia acusó a Estados Unidos de estar al frente de los países de Occidente que le han declarado la guerra y advirtió que esta situación se viene presentando desde 2014.
Así lo aseguró el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, quien dijo que Moscú está siendo objeto de esta situación en su contra desde ese año, cuando se produjo el “golpe de Estado en Ucrania” orquestado, según dijo, por Washington.
El funcionario aseguró que ese Occidente, liderado por la potencia nuclear de Estados Unidos, luego de que en 2014, con el apoyo de Europa, maniobró para expulsar a Viktor Yanukovich de la Presidencia de Ucrania, de acuerdo con un extracto de una entrevista emitida por Channel One.
En ese sentido, aseguró que la situación empeoró tras el incumplimiento de los acuerdos de Minsk, los cuales, señaló, “nadie iba a aplicar”, citando una reciente entrevista de la excanciller alemana Angela Merkel, para Die Zeit, en la que reconocía que aquel pacto sirvió para que Ucrania se fortaleciera.
Recientemente, el canciller ruso cuestionó al papa Francisco tras calificar de poco cristianas sus declaraciones sobre las “crueles” minorías étnicas rusas que participan en la intervención militar en Ucrania.
“El papa Francisco hizo declaraciones incomprensibles, para nada cristianas, designando a dos nacionalidades en Rusia, para decir que se puede esperar de su parte atrocidades en los combates militares”, afirmó el canciller ruso.
“Esto no ayuda a la autoridad de la Santa Sede”, agregó.
Altos cargos rusos expresaron su indignación por las declaraciones hechas por el papa en una entrevista a un diario jesuita en la cual describió como crueles los comportamientos de chechenos y buriatos que combaten en el ejército ruso en Ucrania.
Chechenia es un territorio del Cáucaso de mayoría musulmana que forma parte de la Federación de Rusia, mientras que Buriatia es una región budista de Siberia.
Rusia ha sido acusada de enviar al frente de manera desproporcionada a hombres pertenecientes a minorías étnicas de Siberia y del Cáucaso, dos regiones pobres y alejadas de la capital.
Una unidad que estuvo estacionada en tiempos de paz en Buriatia está acusada de haber jugado un papel central en la masacre de civiles en Bucha, cerca de la capital ucraniana, Kiev.
Sin embargo, el Gobierno de Vladimir Putin niega estos crímenes y afirmó que hubo una “puesta en escena” de Ucrania y de sus aliados de Occidente.
En tanto, los combatientes del líder checheno, Ramzan Kadirov, tienen una reputación de ser soldados despiadados en su lucha contra una insurgencia yihadista a inicios de los años 2000, pero también en su empeño de terminar con cualquier forma de oposición.
Este contingente fue desplegado en Ucrania y participó en la toma de la ciudad portuaria de Mariúpol, que quedó en gran medida destruida.
Advertencia a Ucrania sobre “plan de paz”
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró este miércoles que no hay “plan de paz” alguno con Ucrania si no tiene en cuenta el actual estatus de las cuatro regiones ucranianas anexadas recientemente tras la celebración de unas dudosas consultas populares que no han sido reconocidas más allá de Moscú y Minsk.
Las palabras del funcionario se dieron en respuesta a unas declaraciones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sobre un proyecto de paz que pretende presentar en febrero en el seno de Naciones Unidas.
En ese sentido, Peskov señaló que “para empezar, hasta el momento, no existe un ‘plan de paz’ ucraniano de ningún tipo” y que no será posible “si no se tiene en cuenta la nueva realidad” de las cuatro regiones, Lugansk, Zaporiyia, Jersón y Donetsk, que, según dijo han acabado “uniéndose a Rusia”.
“Cualquier plan que no tenga en cuenta estas particularidades no puede pretender ser un plan de paz”, insistió el jefe de prensa del presidente ruso, Vladimir Putin.
Sin embargo, Kiev ha advertido en varias ocasiones que no reconocerá la anexión de esos territorios a Rusia e incluso ha avanzado en su recuperación.
Esta semana, Zelenski contó que entre las cuestiones que había abordado con su par estadounidense, Joe Biden, en su reciente visita a Washington fue una propuesta de Kiev para celebrar a finales de febrero una “cumbre de paz” en el seno de Naciones Unidas, pero sin la presencia de Rusia.
* Con información de Europa Press y AFP
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