El Gobierno de Rusia confirmó que el llamamiento a filas fruto de la “movilización parcial” implicará que no se emita ningún pasaporte para los reservistas convocados, de tal forma que no podrán abandonar el país una vez hayan sido citados por las autoridades militares.
El Ejecutivo ruso, en un portal informativo en el que responde a una batería de preguntas sobre dicha movilización, expone que no hay ninguna prohibición de salida para los hombres en edad de combate y que podrían, por tanto, ser citados para unirse a las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, sí se aplicarán límites a la emisión de pasaportes en el caso de que haya ya una citación en vigor, aunque el Gobierno aclaró que no se contempla la retirada de la nacionalidad en ningún caso.
El Gobierno planteó la convocatoria de hasta 300.000 reservistas y estableció una serie de garantías para quienes sean llamados a unirse a las Fuerzas Armadas, como que puedan volver a su puesto de trabajo una vez termine su periodo militar.
También se contemplan excepciones, de tal manera que no sean citados trabajadores de servicios críticos, como el financiero, o personas en tratamiento psiquiátrico o VIH. En cuanto a edad, el Gobierno reconoce que en el caso de soldados rasos la prioridad es que tengan menos de 35 años.
Los países vecinos a Rusia detectaron un repunte en el tráfico de personas en la frontera desde que el presidente, Vladimir Putin, anunció la movilización el 21 de septiembre. El Kremlin afirmó que no dispone de datos sobre estas salidas, pero la agencia de fronteras europea (Frontex) informó el martes de que al menos 66.000 ciudadanos rusos entraron en la UE la semana pasada, 30 % más que la semana anterior.
Lugansk y Jersón piden anexión
Las autoridades prorrusas de las regiones de Lugansk y Jersón, en el este de Ucrania, pidieron este miércoles al presidente ruso, Vladimir Putin, que acepte la anexión de los territorios a Rusia tras los referendos celebrados durante los últimos días y que han sido calificados de ilegítimos por gran parte de la comunidad internacional.
El líder de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL), Leonid Pasechnik, firmó un documento en el que solicita la anexión del territorio a la Federación rusa, una decisión que ha sido tomada también por Vladimir Saldo, jefe de la administración cívico-militar de Jersón.
“Querido Vladimir, le escribo en nombre del pueblo de la región de Lugansk. Teniendo en cuenta la aprobación obtenida a través del referéndum, le pido que considere la posibilidad de sumar el territorio a Rusia como parte de la Federación”, expresó Pasechnik en una misiva, según informaciones de la cadena de televisión Lugansk 24.
Recordó que los habitantes de la zona han sido víctimas de bombardeos brutales y del “genocidio perpetrado por Kiev durante ocho años”.
“Los residentes de Lugansk han sido objetivo de ataques. En intentos infructuosos de hacerse con el territorio, los neonazis solo han aumentado el terror al bombardear infraestructuras civiles e industriales y destruir colegios, hospitales y guarderías”, manifestó.
Para Pasechnik el “régimen de Kiev”, instigado por Occidente, no deja a nadie fuera, denunció la muerte de ancianos, mujeres y niños. Recordó que “ni una sola organización internacional” condenó las acciones de Kiev en el Donbás.
Por su parte, Saldo resaltó que más del 87 % de los votantes han abogado por la anexión “con su tierra histórica” y han destacado que la consulta se realizó de acuerdo con los principios y normas generales del Derecho Internacional.
Los referendos se han realizado simultáneamente en las regiones de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia entre el 23 y el 27 de septiembre.
*Con información de EP.
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