Rusia anunció su intención de cesar las hostilidades este lunes -25 de abril- para permitir la evacuación de civiles refugiados con combatientes ucranianos en el complejo metalúrgico de Azovstal, ubicado en la ciudad de Mariúpol, en el sudeste de Ucrania.
En un comunicado, el Ministerio de Defensa anunció que “las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y las formaciones de la República Popular de Donetsk, a partir de las 14:00 (hora de Moscú) del 25 de abril de 2022, cesan unilateralmente cualquier hostilidad, las unidades se retiran a una distancia segura”.
Las autoridades rusas también se comprometieron a que los trabajadores, mujeres y niños podrán desplazarse “en la dirección que elijan”. Así mismo, la Federación Rusa declaró “pública y oficialmente que no hay obstáculos para la salida de civiles de Azovstal, excepto por la decisión de principio de las propias autoridades de Kiev y los comandantes de las formaciones nacionalistas de continuar reteniendo a los civiles como un escudo humano”.
El Ministerio de Defensa de Rusia insistió en que las fuerzas ucranianas deben mostrar su disposición para comenzar las evacuaciones “izando banderas blancas alrededor del perímetro o en ciertas direcciones de Azovstal”
Y si todavía hay civiles en la planta metalúrgica, el Ministerio de Defensa de Rusia exigió a las autoridades de Kiev que den inmediatamente la orden apropiada a los comandantes de las formaciones nacionalistas para su liberación.
Rusia reivindicó la semana pasada el control de esta ciudad estratégica, con la excepción del complejo industrial donde se apostaron los últimos combatientes ucranianos. El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó un bloqueo de la planta metalúrgica, donde cientos de civiles se refugiaron junto a los combatientes ucranianos.
Más de 20.000 civiles han muerto en Mariúpol desde el inicio de la invasión rusa
Como consecuencia de la ofensiva militar rusa en el sureste de Ucrania, más de 20.000 personas han muerto en la ciudad ucraniana de Mariúpol, según un nuevo balance de víctimas ofrecido por las autoridades locales.
El alcalde, Vadim Boichenko, alertó en una entrevista de que más de 100.000 personas permanecen atrapadas en Mariúpol, objetivo de un férreo asedio ruso, según la agencia de noticias Unian.
La viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereschukha, había señalado que “el método más eficaz” para evacuar a los civiles de Mariúpol podría ser una intervención de la ONU. Está previsto que el secretario general de la ONU, António Guterres, visite Turquía, Rusia y Ucrania en los próximos días.
Por su parte, la comisaria de Derechos Humanos del Parlamento Ucraniano, Liudmila Denisova, denunció la deportación forzosa de 308 ciudadanos ucranianos desde la sitiada ciudad de Mariúpol a territorio ruso, concretamente a la región de Vladivostok.
“Rusia ha deportado forzosamente a ciudadanos de Ucrania de Mariúpol a la región de Primorski, a 8.000 kilómetros de su patria”, aseguró en su canal de Telegram.
Un asesor del Ayuntamiento de Mariúpol, Petro Andriushchenko, indicó que el 21 de abril “los rusos se llevaron a 308 vecinos deportados de Mariúpol a Vladivostok” tras asegurar que 90 de los 308 eran menores de edad.
“La gente ha sido alojada en colegios y dormitorios. Después está previsto que sean enviados a distintas localidades de la región de Primorski”, afirmó.
Petro Andriushchenko también se refirió a la suspensión de los planes para evacuar a parte de la población de Mariúpol ante el peligro de nuevos enfrentamientos. “Íbamos a evacuar a unos 200 residentes pero el Ejército ruso se acercó a ellos y les ordenó que se dispersaran porque iba a haber bombardeos”, aseguró.
Kiev calcula que en Mariúpol quedan todavía atrapadas 120.000 personas, que llevan soportando el asedio prácticamente desde el principio de la invasión rusa, el pasado 24 de febrero.
*Con información de la Agencia AFP