Rusia anunció que iba a llevar a cabo, bajo la supervisión de Vladimir Putin el próximo 19 de febrero, maniobras de sus “fuerzas estratégicas”, incluyendo disparos de misiles balísticos y de crucero, en plena crisis con los países occidentales en torno a Ucrania.

“El 19 de febrero, bajo la dirección del comandante supremo de las Fuerzas Armadas rusas, Vladimir Putin, se organizará un ejercicio planificado de las fuerzas de disuasión estratégicas”, informó el ministerio de Defensa, citado por las agencias de noticias rusas.

Según Moscú, en el marco de estos ejercicios “tendrán lugar disparos de misiles balísticos y misiles de crucero”. También implicarán a soldados del distrito militar Sur de Rusia, las fuerzas aeroespaciales, las fuerzas estratégicas y las flotas rusas del Norte y del mar Negro.

El objetivo de estas maniobras es, según el ministerio, “probar el nivel de preparación” de las fuerzas involucradas y la “fiabilidad de las armas estratégicas nucleares y no nucleares”.

Las fuerzas “estratégicas” rusas, en su definición más amplia, sirven para responder a las amenazas, inclusive en caso de guerra nuclear. Están equipadas con misiles de alcance intercontinental, bombarderos estratégicos de largo alcance, submarinos, buques de superficie y una aviación naval con misiles convencionales también de largo alcance.

Estas maniobras tienen lugar en plena escalada de tensiones con los países occidentales, que acusan a Moscú de haber desplegado 150.000 soldados en la frontera con Ucrania con miras a invadir a esta antigua república soviética.

Moscú niega estas intenciones y anunció desde el pasado 15 de febrero una serie de retiradas de sus tropas, pero sin convencer a los occidentales.

Ucrania y los separatistas prorrusos

El ejército ucraniano y los separatistas prorrusos se acusaron mutuamente de nuevos bombardeos en el este del país que violan el alto al fuego en vigor en esta región azotada por el conflicto desde 2014.

Las autoridades ucranianas señalaron 20 violaciones al cese al fuego por parte de los separatistas prorrusos este viernes.

Por su parte, los rebeldes prorrusos informaron de 27 disparos por parte del ejército ucraniano.

El pasado 17 de febrero, un obús cayó en una guardería de niños en la localidad de Stanytsia-Luganska (este) cuando los menores se encontraban en el interior, pero no hubo víctimas. Según el ejército ucraniano, un total de 32 obuses cayeron en la ciudad.

Mientras tanto, Rusia fue acusada por Ucrania, Estados Unidos y sus aliados de la Otan, de intentar avivar el conflicto en esta región y usarlo como pretexto para una invasión.

Según la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europea (Osce), el alto al fuego se violó 189 veces el jueves en la región de Donestsk y 402 en la de Lugansk, ambas en el este de Ucrania.

El despliegue de más de 150.000 soldados rusos, según Estados Unidos, en la frontera con Ucrania ha provocado una grave crisis entre Moscú y los países occidentales. Rusia asegura que no quiere invadir Ucrania, pero exige garantías para su propia seguridad que, según los occidentales, son inaceptables.

Desde 2014, más de 14.000 personas han muerto en este conflicto y más de 1,5 millones han tenido que abandonar sus casas.

Los acuerdos de paz firmados en 2015 en Minsk permitieron instaurar un cese el fuego y reducir considerablemente los enfrentamientos, aunque siempre ha habido violencias esporádicas en la línea de frente.

*Con información de AFP.