La inminente invasión a Ucrania de parte de Rusia podría detenerse por la vía diplomática, así lo aseguraron las autoridades rusas, lo que evitaría que todo termine en un conflicto armado.

“Debo decir que hay una posibilidad” de “resolver los problemas que deben ser resueltos”, declaró el jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov durante una conversación con el presidente Vladimir Putin retransmitida por la televisión.

La vía del diálogo “no se ha agotado, pero tampoco puede durar indefinidamente”, agregó Lavrov, subrayando que Rusia está dispuesta a “escuchar contrapropuestas serias”.

Estas declaraciones se producen un día antes de que el canciller alemán Olaf Scholz llegue a Moscú para intentar avanzar en la resolución de la crisis ucraniana.

Entre tanto, los diputados de Putin le han pedido que reconozca la independencia de separatistas prorrusos de Ucrania, justo en medio de las tensiones que se tienen con occidente.

El presidente de la cámara baja del parlamento (Duma), Vyacheslav Volodin, escribió en redes sociales que los legisladores decidieron llamar a Putin a que reconozca a las dos regiones separatistas en el este de Ucrania como “estados soberanos e independientes”.

La diplomacia sería la mejor ruta para evitar una guerra

Pese a las tensiones, que se acentuaron la semana pasada con el inicio de unas maniobras militares de Rusia y Bielorrusia, Kiev afirmó este lunes que las negociaciones con Minsk estaban siendo “positivas”.

“Queda una oportunidad crucial para la diplomacia”, subrayaron el primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente estadounidense, Joe Biden, quienes hablaron este lunes por teléfono.

En otro signo de distensión, poco después Serguéi Shoigu, el ministro de Defensa ruso, afirmó que las maniobras militares que se realizaban junto a Bielorrusia estaban “terminando”.

“Se están llevando a cabo algunos ejercicios, una parte ha terminado, otra está terminando. Y otros se siguen haciendo dada [su] envergadura”, declaró Shoigu.

El canciller alemán, Olaf Scholz, instó a Rusia a aprovechar las “ofertas de diálogo” para desencallar una crisis que ha despertado en Europa el espectro de una guerra. Este lunes, Scholz se encuentra de visita en Kiev y el martes tiene previsto viajar a Moscú para reunirse con Putin.

No hay “alternativa a la diplomacia”, insistió el secretario general de la ONU, António Guterres.

Los medios han planteado el miércoles como el posible día para una invasión rusa.

Una hipótesis ante la que Zelenski reaccionó con sarcasmo. “Nos dicen que el 16 de febrero será el día del ataque. Lo convertiremos en un día de unidad”, dijo, pidiendo a los ucranianos que cuelguen la bandera nacional azul y amarilla ese día.

Ucrania solicitó formalmente a Moscú que dé explicaciones sobre el despliegue de soldados en sus fronteras, en virtud de los compromisos adquiridos por Rusia en el marco de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que tiene previsto celebrar una reunión el martes.

Trincheras

Rusia, que ya se anexó la península de Crimea en 2014 y apoya los separatistas armados prorrusos en el este de Ucrania, niega cualquier intención de invadir a su vecino, pero vincula la desescalada a una serie de exigencias, comenzando por la garantía de que la Otan no admitirá a Ucrania como miembro.

“Creemos que la adhesión a la Otan garantizaría nuestra seguridad y nuestra integridad territorial”, insistió Zelenski este lunes.

Los occidentales consideran que las peticiones rusas son inaceptables, pero han propuesto aumentar el campo de diálogo y extenderlo a otros temas, como el control del armamento.

El lunes, Lavrov consideró “constructivas” algunas de las propuestas formuladas por Estados Unidos.

Y mientras siguen a la espera de algún hipotético avance en el ámbito diplomático, en el sureste de Ucrania, cerca de la línea fronteriza con los separatistas prorrusos, la población se ha empezado a movilizar por si se produjera un ataque.

“Estamos cavando trincheras a las que los soldados ucranianos puedan saltar fácilmente y defenderse”, explicó a la AFP Mijailo Anopa, de 15 años.

En Kiev, en cambio, no se percibía ninguna sensación de pánico. Pero Yuri Fedinski, un músico de 46 años, decidió marcharse del este del país, rumbo a Estados Unidos, junto a su mujer -embarazada- y sus cuatro hijos.

“Nos los llevamos a aprender inglés en una escuela estadounidense [...], una alternativa a lo que Putin querría para Ucrania”, declaró a la AFP en el aeropuerto de Kiev.

*Con información de AFP.