El Kremlin ha considerado este 13 de abril que las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre la comisión de un “genocidio” en Ucrania “distorsionan” la situación. El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha condenado las palabras de Biden y ha incidido en que el Gobierno ruso está “categóricamente en desacuerdo”.
“Consideramos inaceptable intentar tal distorsión de la situación (...) esto es difícilmente aceptable para el presidente de Estados Unidos”, ha agregado Peskov, que ha remarcado que el país norteamericano “ha cometido hechos bien conocidos en el curso de la historia moderna y reciente”, según recogió la agencia de noticias rusa Interfax.
Biden acusó el martes al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de estar perpetrando un “genocidio” en Ucrania, término que hasta ahora la Administración estadounidense había evitado. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también ha empleado esa palabra.
Esta escalada semántica se produce luego de las masacres de Bucha, donde han aparecido más de 400 cadáveres, muchos de ellos de civiles maniatados, y en la estación de Kramatorsk, donde perdieron la vida más de 50 personas. Hace una semana, cuando la prensa preguntó a Biden si creía que lo ocurrido en Bucha era un genocidio, el mandatario respondió que no. “No, creo que es un crimen de guerra”, dijo.
Rusia anuncia una investigación sobre supuestas torturas a sus soldados
Por otra parte, el Comité de Investigación de Rusia (CIR) anunció también este miércoles la apertura de una investigación por las supuestas torturas a las que habrían sido sometidos cuatro de sus soldados por las autoridades ucranianas, así como otra sobre el supuesto uso de armas químicas.
El proceso se centra, no obstante, en “personas no identificadas” que habrían participado en el “asesinato de dos o más personas” por “motivos de odio o enemistad con especial crueldad” mientras desempeñaban sus “actividades oficiales”, según el Código Penal ruso.
“Después del final de las hostilidades, se encontraron los cuerpos de cuatro soldados rusos muertos con rastros de tortura. Según la conclusión de los peritos, recibieron las lesiones cuando aún vivían”, ha explicado el CIR en su informe, publicado en su canal de Telegram.
“Estos hechos atestiguan la violación por parte de Ucrania de los requisitos de la Convención de Ginebra del 12 de agosto de 1949 sobre el trato de los prisioneros de guerra”, ha incidido el CIR.
Las autoridades rusas han adelantado que ya han iniciado investigación conjunta con los departamentos de las milicias populares de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk para identificar a las personas responsables.
Por otro lado, el jefe del CIR, Alexander Bastrikin, ha pedido una investigación acerca del posible uso de sustancias químicas por el ejército a través de vehículos aéreos no tripulados.
Bastrikin ha hecho referencia a unos informes del Ejército ruso sobre la existencia de estos vehículos aéreos no tripulados, los cuales contaban con contenedores de líquidos y rociadores, hallados en una base militar abandonada de las fuerzas ucraniana, cuenta la agencia TASS.
“Estos dispositivos podrían usarse para rociar sustancias venenosas contra la población civil, así como contra el personal militar ruso”, por lo que se llevará a cabo una investigación sobre el contenido y sus objetivos”, ha explicado Bastrikin.
*Con información de Europa Press.
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