El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, dijo el martes que las acusaciones de supuestas atrocidades cometidas por Rusia tras el hallazgo de cadáveres en la ciudad ucraniana de Bucha son una “provocación” para hacer fracasar las negociaciones de paz entre Kiev y Moscú.
“Surge una pregunta: ¿de qué sirve esta provocación abierta y falaz?”, dijo Lavrov en un mensaje de video difundido en la televisión rusa, antes de responder: “Nos lleva a creer que sirve para torpedear las negociaciones de paz”. Las negociaciones entre Rusia y Ucrania continúan. La semana pasada, tras una reunión en Estambul, Moscú anunció una reducción de sus actividades militares en el norte de Ucrania.
Kiev presentó en esas discusiones una serie de propuestas que incluyen un acuerdo internacional que garantice su seguridad. A cambio, Ucrania aceptaría un estatus “no nuclear” y neutral, renunciaría a entrar en la Otan y a autorizar bases militares extranjeras en su territorio. Moscú, en cambio, tendría que aceptar una eventual entrada de Ucrania en la Unión Europea. Por el momento, el Kremlin no ha respondido oficialmente a estas propuestas.
Según Lavrov, la situación en Bucha pretende “desviar la atención del proceso de negociación, desviar la atención del hecho de que la parte ucraniana, tras Estambul, empezó a dar marcha atrás e intentó plantear nuevas condiciones”.
Las declaraciones de Lavrov responden a la indignación internacional por el hallazgo de numerosos cadáveres en Bucha tras la retirada del Ejército ruso. Kiev acusa a los soldados rusos de haber masacrado a civiles. Moscú lo niega y afirma que se trata de un escenario plantado por las autoridades ucranianas.
Una dura respuesta de Occidente
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, denunció este martes una “campaña deliberada para matar, torturar y violar” en la ciudad ucraniana de Bucha, donde se hallaron decenas de cadáveres tras la retirada de las tropas rusas.
“Lo que vimos en Bucha no es el acto aislado de una unidad solitaria. Es una campaña deliberada para matar, torturar, violar, cometer atrocidades”, declaró antes de poner rumbo a Bruselas.
“Esto refuerza nuestra determinación y la determinación de países de todo el mundo de garantizar que, de alguna manera, un día u otro, quienes cometieron estos actos rindan cuentas”, afirmó. Blinken aseguró que Estados Unidos está trabajando, como otros, para “reunir pruebas que respalden los esfuerzos del fiscal general de Ucrania” y los de la comisión de investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El secretario de Estado reiteró la “gran determinación” de Washington de apoyar a Ucrania en “su valiente lucha para repeler la agresión rusa”. En una audiencia en el Congreso este martes, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, afirmó que los expertos del Pentágono intentan determinar qué unidad o unidades rusas estaban en Bucha.
“Seguimos investigando y se hará un esfuerzo significativo para establecer un vínculo entre los individuos que estuvieron presentes con el momento en el que probablemente ocurrieron estos hechos”, dijo Austin. Por ahora “no estamos seguros, pero seguiremos buscando”.
La difusión en los medios de comunicación internacionales de fotos tomadas en Bucha en las que se ven cadáveres en las calles, algunos con las manos atadas detrás de la espalda o parcialmente quemados, así como fosas comunes, provocó una ola de indignación internacional. Kiev acusa a los soldados rusos de haber masacrado a civiles. Moscú lo niega y afirma que es un montaje de las autoridades ucranianas.
*Con información de la AFP.
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