Autoridades de Rusia insinuaron el domingo que los activos rusos de algunos países considerados hostiles podrían ser incautados, en respuesta a la propuesta de la administración estadounidense de liquidar los bienes confiscados a los oligarcas rusos y transferir las ganancias a Ucrania.
“Es justo, cuando se trata de una empresa situada en territorio ruso, cuyos propietarios son originarios de países hostiles donde se toman tales decisiones, responder con medidas similares: confiscar esos activos”, dijo el presidente de la Cámara Baja del Parlamento, Viasheslav Volodin, en Telegram.
Y el producto de la venta se destinará al desarrollo de nuestro país”, añadió.
Volodin acusó a “una serie de países hostiles: Lituania, Letonia, Polonia e incluso Estados Unidos” de no respetar el derecho internacional y “dedicarse simplemente al robo”.
“Actualmente los empresarios rusos están comprando empresas extranjeras que operan en Rusia, comprando las acciones de los socios que quieren abandonar nuestro mercado”, afirmó Volodin, y pidió a los “países hostiles” que “actúen de forma civilizada” y “respeten el derecho internacional”.
Las declaraciones de Volodin se produjeron después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciara una propuesta para aumentar la presión económica sobre Rusia, con procedimientos de confiscación que permitan “vender” los activos incautados a los oligarcas para “remediar el daño causado por Rusia y ayudar a construir Ucrania”.
“Se ha sentado un peligroso precedente, que debería repercutir en los propios Estados Unidos. Esta decisión no afectará a la economía de nuestro país. Los yates, villas y otros bienes incautados a los ciudadanos ricos (rusos) no contribuyen en absoluto al desarrollo de Rusia”, afirmó Volodin.
Advirtió a los países occidentales que dejen de enviar ayuda militar a Ucrania
Por otra parte el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov afrimó que “la operación militar especial” se desarrolla conforme a lo planeado por Rusia y advirtió a los países occidentales que dejen de enviar ayuda militar a Ucrania.
El apoyo de Occidente es una cuestión importante, con Estados Unidos a la cabeza: esta semana, su presidente, Joe Biden, pidió al Congreso miles de millones de dólares en asistencia para Kiev.
“Un apoyo adicional estadounidense está en camino”, subrayaron los legisladores estadounidenses que visitaron Kiev, quienes aseguraron que “convertirán la fuerte demanda de financiamiento del presidente Biden en un paquete legislativo”.
También el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el sábado que su país “intensificará” el apoyo militar y humanitario.
“El Reino Unido seguirá proporcionando ayuda militar y humanitaria para dar a los ucranianos el equipo que necesitan para defenderse. Estoy más decidido que nunca a fortalecer a Ucrania y asegurarme de que Putin fracase”, tuiteó el sábado por la noche el primer ministro británico, Boris Johnson.
Miles de personas murieron y millones se vieron forzadas a huir de sus hogares desde que Rusia invadió Ucrania, una exrepública soviética que busca actualmente reforzar su alianza con los países occidentales.
El sábado, las autoridades ucranianas informaron del hallazgo de tres hombres muertos con marcas de torturas cerca de Bucha, una zona que estuvo ocupada durante semanas por las tropas rusas.
Fiscales ucranianos dicen que identificaron más de 8.000 crímenes de guerra desde el inicio de la invasión, y que investigan a 10 soldados rusos por su presunta implicación en las atrocidades de Bucha.
Rusia niega su implicación en las matanzas y afirma que se trata de montajes orquestados por el gobierno ucraniano.
Con información de AFP
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