Rusia advirtió este jueves que ante “amenazas externas” fortalecerá su apoyo, incluso desde el campo militar, a sus países aliados en Latinoamérica.

Así lo señaló el ministro de Defensa ruso, el general del ejército Serguéi Shoigu, quien dijo que Nicaragua, Cuba y Venezuela, requieren “ahora más que nunca” el apoyo de Moscú para hacer frente a lo que ha catalogado como “amenazas”, incluyendo “el uso abierto de la fuerza militar” contra esas naciones, que mantienen una tensa relación con Estados Unidos.

Aunque el funcionario no especificó si desde los tres países han hecho alguna solicitud al respecto, hizo referencia al apoyo militar que la potencia ha entregado en anteriores ocasiones a sus aliados latinoamericanos.

“Históricamente hemos establecido relaciones de asociación con Cuba, Nicaragua, Venezuela y otros países. Ellos han estado resistiendo diversas formas de presión, hasta la amenaza del uso abierto de la fuerza militar durante muchos años. El apoyo de Rusia es requerido ahora más que nunca”, señaló en un discurso durante una conferencia sobre seguridad internacional realizada en Moscú.

El pronunciamiento se conoció en momentos en el que el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos diera el visto bueno a una la ley, bautizada como Renacer, que impone sanciones al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua que lanzó una ofensiva contra dirigentes de oposición cuyos líderes han sido encarcelados.

La iniciativa estudiada por el congreso norteamericano prevé una norma que le permite a la Administración Biden reunir información de inteligencia sobre las actividades e intereses de Rusia en el país centroamericano.

Las relaciones entre el gobierno de Nicaragua y Rusia se estrecharon desde el regreso del sandinismo al poder en 2007, lo que revivió viejos disgustos en Washington, dado que la antigua Unión Soviética fue un aliado estratégico de Nicaragua en tiempos de la revolución sandinista, en los años ochenta.

“El respaldo de Moscú y los países del Este de Europa fueron fundamentales en la época de la revolución para sostener el conflicto interno. Rusia proveía armamento y entrenamiento y otros recursos para esa guerra, aunque nunca hemos sabido exactamente los montos ni los recursos que se manejaron con esa ayuda”, señaló la socióloga nicaragüense Elvira Cuadra, especialista en análisis de conflictos y seguridad.

Las relaciones entre el gobierno de Nicaragua y Rusia se estrecharon desde el regreso del sandinismo al poder en 2007. (Photo by INTI OCON / AFP) | Foto: AFP or licensors

La visita de Ortega a Moscú, en diciembre de 2008 y el viaje sorpresivo de Vladímir Putin a Managua en 2014 como parte de su gira por América Latina, donde fue recibido en esa ocasión en el Aeropuerto Internacional de la capital nicaragüense por Ortega y su esposa, Rosario Murillo, además de altos mandos del Ejército y la Policía Nacional, demuestran el estrecho vínculo entre los dos países.

Apoyo militar

Ese intercambio de visitas concretó acciones por parte de Rusia que financió un centro de entrenamiento militar para la lucha contra el narcotráfico que se ha construido en Managua, además de ayuda para el fortalecimiento y modernización del Ejército y 26 millones de dólares para atender desastres naturales.

El gobierno de Putin, en 2016 informó oficialmente el envío a Nicaragua de un primer lote de 20 tanques de guerra T-72B, de un total de 50, a un costo de 80 millones de dólares, en el marco del llamado acuerdo de “cooperación técnico-militar” entre ambas naciones, mientras que la agencia de información rusa RIA Novosti aseguró ese país entregó a ese país centroamericano 12 sistemas de defensa antiaérea ZU-23-2, dos helicópteros Mi-17V-5, así como “un lote” de vehículos blindados. Los encargos de Nicaragua a Rusia incluyeron cuatro lanchas patrulleras, a un costo aproximado de 45 millones de dólares.

Tres años después, en momentos en que el gobierno de Ortega inició una dura represión contra las protestas que exigían el fin de su mandato, Putin envió una carta en la que le llamaba al exguerrillero “querido amigo, hermano” y aseguraba que Nicaragua “siempre podrá contar con la ayuda de Rusia”.

“No hubo una explicación para entender la razón de la compra de esos tanques rusos, ni de dónde provenían los fondos. Ha habido personal militar que está recibiendo entrenamiento en Rusia en escuelas militares y también se mantienen los intercambios de personal militar entre ambos países”, señaló la socióloga Elvira Cuadra

La experta señaló que estas acciones “constituyen un endoso político a Ortega y al Ejército de Nicaragua” en momentos en que el gobierno de Nicaragua está aislado internacionalmente y sufre sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea debido a la detención de los líderes de oposición.

“La ley RENACER ha incluido un punto de interés específico en relación a Nicaragua y Rusia y marca una serie de temas que Estados Unidos va a estar monitoreando, principalmente las relaciones militares, porque permite que Estados Unidos pida informes periódicos sobre cómo se manejan estas relaciones”, explicó al referirse al proyecto que cursa en el congreso de los Estados Unidos.

Finalmente, la experta señaló que las declaraciones del ministro de Defensa de Rusia “colocan a Nicaragua nuevamente en el foco de los reflectores de las alarmas en América Latina y particularmente en Estados Unidos. Es probable que estas declaraciones den lugar a elevar el nivel de preocupación de Washington en Centroamérica, que puede caer de nuevo en un esquema perverso de disputas entre potencias”.