Las hostilidades en el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania no dejan de subir de nivel, principalmente en la última semana cuando Moscú acusó a Kiev y Washington de querer asesinar a Vladimir Putin, tras un ataque con drones.
Este sábado 6 de mayo los responsabilizó de la explosión que hirió a un escritor nacionalista y afirmó haber derribado un misil en Crimea.
El atentado, en el que murió el conductor del escritor ruso Zajar Prilepin se presentó en horas de la mañana en la región de Nizhny Nóvgorod, unos 400 kilómetros al este de Moscú.
Prilepin, de 47 años, es un defensor de la operación militar en Ucrania que hace tres meses completó un año, sin señales de ninguna de las partes para encontrar una salida diplomática que detenga el temor entre la población y el derramamiento de sangre.
“La responsabilidad de este acto terrorista, y de otros, no recae únicamente en Ucrania, sino en sus padrinos occidentales, principalmente Estados Unidos”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.
De acuerdo con las autoridades de ese país, un individuo que responde al nombre de Alexander Permyakov fue aprehendido y supuestamente “durante el interrogatorio declaró que actuó siguiendo las instrucciones de los servicios especiales ucranianos”.
También en esta jornada, las autoridades rusas de Crimea aseveraron que habían derribado un misil balístico, proveniente de Ucrania (país que ha rechazado los señalamientos). Esa península fue anexionada por el gobierno de Vladimir Putin en 2014 y es otra de las zonas que su adversario, Volodímir Zelenski, espera recuperar.
¿Qué se sabe del atentado?
El asesor presidencial ucraniano Mijaílo Podoliak apuntó a que el atentado contra Prilepin podría responder a un ajuste de cuentas entre facciones rusas, al hacer una comparación entre el gobierno de Putin con un dios que “devora a sus enemigos (...) y finalmente se devora a sí mismo”.
Prilepin, uno de los escritores nacionalistas más famosos de Rusia, respaldó hace casi diez años a los separatistas prorrusos del este de Ucrania. Sus escritos están basados en su experiencia de servicio en Chechenia y como integrante de un grupo nacionalista radical.
El Comité de Investigación ruso, encargado de la investigación, publicó imágenes de un vehículo parcialmente destrozado e indicó que el escritor había sido trasladado a un centro médico. El gobernador regional, Gleb Nikitin, declaró que su “operación fue un éxito”.
Poco después de la explosión, la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, acusó a Ucrania, Estados Unidos, el Reino Unido y la Otan de estar detrás de este acto “terrorista”.
“Washington y la Otan alimentaron otra célula terrorista internacional: el régimen de Kiev”, fue el señalamiento en su cuenta de Telegram.
Atentado, previo a desfile
Los incidentes de este sábado tuvieron lugar cuando faltan pocos días para las celebraciones del 9 de mayo, en las cuales se conmemora el triunfo de las tropas soviéticas contra la Alemania nazi, en 1945.
Respecto al ataque contra el Kremlin que esta semana Rusia aseguró haber frustrado, Kiev negó las acusaciones. “Ucrania no tiene nada que ver con los ataques con drones contra el Kremlin”, afirmó el consejero presidencial, Mijailo Podoliak, antes de agregar que su país “no ataca al Kremlin porque, por empezar, eso no resuelve ningún problema militar”.
A inicios de abril, un influyente bloguero militar, Vladlén Tatarski, también ferviente simpatizante de la ofensiva rusa en Ucrania, murió en una explosión en un café del centro de San Petersburgo.
Varias localidades cercanas a Ucrania cancelaron los desfiles del próximo martes, por temor a nuevos ataques, aunque el Kremlin aseguró que se celebrará el de Moscú.
*Con información de la AFP.