El Kremlin indicó el viernes 11 de marzo que los ciudadanos sirios serán autorizados a combatir junto a Rusia en Ucrania, después de que el presidente Vladimir Putin apoyara la idea de que hubiera voluntarios de otros países en el campo de batalla.
El ministro de Defensa, Serguei Shoigu, dijo, “sobre todo que la mayoría de los que quieren y han pedido (ir a combatir) son ciudadanos de países de Oriente Medio, sirios”, especificó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Rusia ha aportado un apoyo militar considerable al régimen sirio desde otoño de 2015, apoyando a sus fuerzas tanto contra los rebeldes como contra los yihadistas, salvando de facto el poder de Bashar al Asad, que controla ya la mayor parte de Siria.
Para el Kremlin, el envío de combatientes extranjeros a Ucrania se justifica porque, según Moscú, los países occidentales están facilitando la llegada de “mercenarios” en apoyo a Ucrania, donde Rusia lanzó una ofensiva militar el 24 de febrero.
“Si el mundo occidental es tan entusiasta con la idea de que vengan mercenarios diversos y variados, entonces por nuestra parte también tenemos voluntarios que quieren participar”, dijo Peskov. Según él, no se trata de enviar a combatientes voluntarios rusos.
Previamente, el presidente Putin había ordenado facilitar el envío de combatientes “voluntarios” a Ucrania en respuesta al despliegue de “mercenarios” que, según él, estarían efectuando los países occidentales.
“Si ven personas que quieren ir voluntariamente, y no por dinero, a ayudar a la gente que vive en el Donbás (este de Ucrania), hay que acercarse a ellas y facilitarles la manera de llegar a la zona de combate”, dijo Putin, respondiendo a una propuesta de su ministro de Defensa.
Según él, esto se justifica porque “los socios occidentales del régimen ucraniano ni siquiera se esconden” y reúnen abiertamente “a mercenarios de todo el mundo para enviarlos a Ucrania”.
Ucrania anunció la creación de una legión de extranjeros voluntarios integrada en sus fuerzas armadas para combatir a los militares rusos en su territorio.
Al mismo tiempo que se da este anuncio desde Rusia, la Otan afirmó que no quiere una guerra abierta con ese país, de acuerdo con declaraciones de Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza, en Antalya, sur de Turquía, donde participa en un foro diplomático.
“Tenemos la responsabilidad de impedir que este conflicto (entre Rusia y Ucrania) se intensifique más allá de las fronteras de Ucrania y se convierta en una guerra abierta entre Rusia y la Otan”, añadió. Así, Stoltenberg justificó la negativa de la Alianza Atlántica a instaurar una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para proteger a la población de los bombardeos rusos.
Una medida de ese tipo “significaría estar dispuesto a derribar aviones rusos”, consideró, “y nos llevaría con toda seguridad a una guerra abierta”.
Stoltenberg debía reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, un día después de que los ministros de Relaciones Exteriores ruso y ucraniano se entrevistaran en Antalya al margen del mismo foro.
El jefe de la Otan, organización de la que Turquía es miembro, pidió al presidente ruso, Vladimir Putin, que “ponga fin a esta guerra insensata” y que encuentre una “solución política”. “La primera medida sería garantizar corredores humanitarios para que la gente pueda salir y conseguir víveres y medicamentos”, señaló.
Con información de AFP
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