El gobierno de Estado Unidos afirmó este viernes que Rusia puede invadir a Ucrania antes de que finalicen los Juegos Olímpicos el 20 de febrero, reviviendo el fantasma de una guerra en Europa, en una dramática escalada que siguió a una intensa fase diplomática.

“Seguimos viendo signos de escalada rusa, incluida la llegada de nuevas fuerzas a la frontera con Ucrania”, advirtió el consejero de la Casa Blanca para la Seguridad Nacional, Jake Sullivan, tras una reunión virtual del presidente estadounidense, Joe Biden, con sus principales homólogos occidentales.

“Una invasión podría ocurrir en cualquier momento si Vladimir Putin decide ordenarla”, agregó. “Podría comenzar durante los Juegos Olímpicos, pese a que se especula mucho que solo ocurrirá después de los Juegos”. Según el funcionario, existe una “posibilidad muy clara” de que Rusia invada a Ucrania, pero desconoce si el líder ruso tomó la “decisión final”.

El reconocido medio alemán Der Speigel señaló que la invasión a Ucrania podría iniciar el próximo miércoles 16 de febrero. Según la publicacion, el Servicio Secreto, la CIA y el Pentágono recibieron información creíble que fue transmitida al gobierno estadounidense.

Dicha información contenía datos “excepcionalmente detallados” que indicaban “rutas específicas que podrían tomar las unidades militares y qué roles podrían desempeñar en el conflicto”. No obstante, asegura el medio que es “imposible saber con seguridad si un ataque es realmente inminente”.

Der Speigel señala que una posible táctica estadounidense para frustrar los planes rusos sería “hacerlos públicos, incluida la fecha de la invasión”.

Conversación

Ante la amenaza del posible ataque ruso, Biden conversará por teléfono con Putin el sábado sobre la creciente crisis en torno a Ucrania, informó este viernes un funcionario de la Casa Blanca.

Mientras que el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, reiteró el viernes a su homólogo ucraniano, Dmytro Kouleba, que Ucrania tiene el “respaldo duradero e inquebrantable de Estados Unidos”.

En medio de los anuncios, Wall Street se replegó fuertemente, mientras subía el precio del petróleo.

El consejero presidencial reafirmó que los occidentales están “listos para todos los escenarios” posibles, con una respuesta sin precedente en caso de guerra, pero también una mano tendida para seguir negociando con Moscú sobre la seguridad europea.

Unos 3.000 soldados estadounidenses serán desplegados en Polonia “en los próximos días”, anunció otro alto funcionario estadounidense.

En tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, hablará con Putin el sábado a mediodía, según el Elíseo, antes de que visite Moscú el canciller alemán, Olaf Scholz, a principios de la semana próxima.

Los dirigentes occidentales dialogaron el viernes por la tarde mientras se empantanaban los esfuerzos diplomáticos europeos para tratar de evitar que la crisis ruso-occidental alrededor de Ucrania degenere en guerra.

“Los aliados están determinados a tomar juntos sanciones rápidas y drásticas contra Rusia en caso de nuevas violaciones a la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”, tuiteó el vocero del canciller alemán tras la reunión. “Todos los esfuerzos diplomáticos buscan persuadir a Moscú de ir hacia una desescalada. El objetivo es impedir una guerra en Europa”.

La teleconferencia reunió a Biden, Macron y Scholz; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Layen; y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; así como el primer ministro británico, Boris Johnson, el presidente polaco, Andrzej Duda, el presidente del Consejo italiano, Mario Draghi, o el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Bombardeos aéreos

Las sanciones apuntarán principalmente contra “los sectores de las finanzas y la energía, así como las exportaciones de productos de tecnología de punta”, afirmó Von der Leyen, citada en un comunicado.

El primer ministro británico dijo en la videoconferencia “temer por la seguridad de Europa en las circunstancias actuales”, cuando hay más de 100.000 soldados rusos con armamento pesado desplegados en la frontera con Ucrania.

La Casa Blanca aplaudió sin embargo la unidad “notable” de los occidentales frente a los que consideran como el momento más peligroso para Europa desde el fin de la Guerra Fría, hace treinta años, y esbozó un escenario dramático en caso de ofensiva rusa.

Esta podría comenzar con un “bombardeo aéreo y ataques con misiles que obviamente matarían a civiles”, dijo Sullivan a la prensa. También podría incluir un “asalto rápido” contra Kiev.

El consejero exhortó a los ciudadanos estadounidenses a abandonar Ucrania “en las próximas 24 a 48 horas”.

Aunque Biden repitió que no enviaría a soldados a Ucrania, incluso para evacuar a connacionales en caso de invasión rusa, porque podría iniciar “una guerra mundial”.

El viernes, el Kremlin indicó que los diálogos de la víspera iniciados en Berlín con representantes de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia no produjeron “ningún resultado”.

Estas discusiones estaban relacionadas con el conflicto en el este de Ucrania que opone desde 2014 a separatistas apoyados por Rusia y al ejército ucraniano, y dejó más de 14.000 muertos. Duraron unas 10 horas y fueron “difíciles”, según fuentes cercanas a los negociadores franceses y alemanes.

De momento, Rusia, que anexionó la península de Crimea en 2014, sigue negando cualquier intención bélica hacia Ucrania, pero condiciona la desescalada a que la OTAN le asegure que ese país nunca será incorporado a la Alianza militar transatlántica. Una condición que los occidentales consideran inaceptable.

En paralelo, Moscú anunció nuevas maniobras militares en la frontera ucraniana, que se suman a las que ya está realizando desde el jueves en Bielorrusia, un país vecino de Ucrania.

Moscú anunció el viernes otros entrenamientos en “misiones de combate” en la región fronteriza rusa de Rostov, con cientos de soldados y tanques. Además de que la Marina rusa está realizando maniobras en el mar Negro, que colinda con Ucrania.

Con información de AFP