Rusia reclamó este martes 18 de enero respuestas “concretas” antes de continuar discutiendo sobre Ucrania, mientras los países occidentales intentan llevar a Moscú a la mesa de negociaciones para evitar un conflicto militar.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visitará Kiev el miércoles 19 de enero, en un contexto de alta tensión después de que Rusia desplegara decenas de miles de tropas en la frontera con Ucrania. La semana pasada se celebraron negociaciones en Ginebra, Bruselas y Viena, que no hicieron más que constatar la brecha que separa a Rusia de los países occidentales.

Rusia “está ahora esperando respuestas a estas propuestas, para continuar las negociaciones”, declaró el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, este martes durante una rueda de prensa conjunta con su homóloga alemana, Annalena Baerbock. Una de las principales exigencias de Rusia es que la Otán ofrezca garantías de que no se ampliará.

Pese a esas declaraciones, poco después, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que había invitado a Rusia y a los socios de la Alianza a una nueva ronda de negociaciones. Durante una conversación telefónica con Lavrov, Blinken también abogó por la “vía diplomática” para solucionar la crisis, según Washington. Pero Lavrov insistió en que Rusia espera respuestas “concretas” y que estas lleguen “cuanto antes”, explicó Moscú.

El diario ruso Kommersant indicó este martes que Lavrov y Blinken acordaron reunirse el viernes en Ginebra, pero ni el Gobierno ruso ni el estadounidense confirmaron esta información. El jefe de la diplomacia estadounidense visitará Ucrania el miércoles y, desde ahí, viajará a Berlín, donde se reunirá con representantes de Reino Unido, Francia y Alemania para tratar sobre el dosier ucraniano.

Un efectivo ucraniano permanece en una trinchera en la línea de separación con los rebeldes prorrusos, en la región de Dontesk, Ucrania, el viernes 7 de enero de 2022. (AP Foto/Andriy Dubchak) | Foto: Copyright 2022 The Associated Press. All rights reserved.

“Amenaza”

Rusia niega tener ninguna pretensión belicosa y se declara, al contrario, amenazada por el refuerzo de la OTAN en la región. Además, durante su conversación con Blinken, Lavrov le pidió que no “propague especulaciones sobre una supuesta ‘agresión rusa’ inminente”, según señaló el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores.

Pero durante su rueda de prensa junto a la ministra alemana de Exteriores, Lavrov volvió a rechazar la petición de los occidentales, que quieren que Moscú empiece a retirar a decenas de miles de tropas desplegadas en la frontera con Ucrania y aseguró que esos militares “no amenazan” a nadie.

“Más de 100.000 soldados rusos, equipos y tanques han sido desplegados cerca de Ucrania, sin razón. Resulta difícil no ver eso como una amenaza”, replicó no obstante Baerbock. Atizando las tensiones, Moscú empezó a desplegar un número indeterminado de soldados en Bielorrusia para unos ejercicios “improvisados” de preparación al combate en las fronteras de la Unión Europea (UE) y de Ucrania.

Bielorrusia limita con Polonia, Lituania y Letonia, miembros de la OTAN y adversarios de Rusia. El viceministro ruso de Defensa, Alexander Fomin, informó a 98 agregados militares extranjeros radicados en Moscú que esas maniobras se iban a celebrar, con el fin de “repeler una agresión externa”. La primera etapa, la del despliegue, ya empezó y se prolongará hasta el 9 de febrero, y la segunda, operativa, abarcará del 10 al 20 de febrero.

Soldados ucranianos ubicados en la frontera de su país con Rusia | Foto: Con derechos gestionados AFP

Exigencias inaceptables

En respuesta a una revolución prooccidental en Ucrania, Rusia se anexionó en 2014 la península ucraniana de Crimea y es en gran parte considerada un apoyo militar de los separatistas prorrusos del este de Ucrania, escenario de una guerra desde hace ocho años.

Además de un tratado que prohíba una eventual ampliación de la OTAN -y sobre todo la adhesión de Ucrania y Georgia-, Rusia reclama que los estadounidenses y sus aliados renuncien a realizar maniobras y despliegues militares en Europa del Este.

Unas reivindicaciones que los occidentales tacharon de inaceptables, si bien se dijeron dispuestos a proseguir con las negociaciones con Rusia para evitar un conflicto armado de consecuencias imprevisibles.

Entretanto, Reino Unido anunció el envío de armamento, como misiles antitanques, a Ucrania, mientras que Kiev se quejaba precisamente de que los países occidentales no parecían darse prisa en reforzar su ayuda militar al país.

*Con información de AFP.