El secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, quien presidió este miércoles 16 de febrero una reunión de los ministros de Defensa de la Alianza en Bruselas, descartó que la amenaza en Ucrania haya disminuido, después de que Rusia afirmara que comenzó a retirar a sus soldados de la frontera.

El responsable anunció que la Otan reforzará sus defensas en el este de Europa con más despliegues en sus países miembro fronterizos con Ucrania.

Este miércoles, centenares de paracaidistas de Estados Unidos llegaron al aeropuerto de Rzeszow, en Polonia, un país miembro de la Otan.

Stoltenberg denunció “la nueva normalidad para la seguridad” en Europa impuesta por Rusia, que consiste en “contestar con el empleo de la fuerza los principios fundamentales”.

Sobre los supuestos repliegues de los soldados rusos, indicó: “No hemos constatado ninguna desescalada en el terreno por ahora. Al contrario, parece que Rusia sigue reforzando su presencia militar”.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, le declaró a la cadena ABC News que Washington no ha visto “un retiro significativo” de tropas rusas.

El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que había “pocas pruebas” de una retirada rusa. Tras una llamada telefónica con el secretario general de la ONU, António Guterres, los dos líderes coincidieron en que una invasión rusa tendría consecuencias “catastróficas”.

Los líderes de la Unión Europea tienen previsto participar en una reunión el jueves 17 en la que tratarán sobre la situación en Ucrania.

Apuesta diplomática

El despliegue de más de 100.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania había sido catalogado por Estados Unidos un riesgo de una invasión inminente y es considerado la peor crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Los occidentales advirtieron que impondrían unas sanciones económicas masivas a Rusia en caso de ofensiva, algo que el Kremlin negó querer hacer.

El Ejército ruso anunció que había terminado sus ejercicios y que sus soldados se estaban marchando de la península anexada de Crimea, en el sur de Ucrania, publicando un video que muestra una retirada de las tropas y del arsenal militar en un tren.

Bielorrusia también afirmó que todos los soldados rusos desplegados en su territorio en el marco de unas maniobras abandonarán el país el 20 de febrero, en cuanto terminen los ejercicios.

Estados Unidos pidió más pruebas de esa desescalada, aunque el presidente Biden tendió la mano y se declaró abierto a hallar una solución por la vía diplomática, un anuncio aplaudido por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

“Que el presidente de Estados Unidos también haya expresado su disposición a unas negociaciones serias es positivo”, afirmó.

El Gobierno ruso lamenta que los occidentales hayan rechazado sus principales exigencias, como que la Otan termine con su política de expansión y prohíba una eventual incorporación de Ucrania a la alianza, y la retirada de la infraestructura militar de la Otan de Europa del Este.

Los occidentales propusieron abrir un diálogo sobre temas como el control de armamento.

El martes, Ucrania fue víctima de un ciberataque masivo que afectó sobre todo el portal web del Ministerio de Defensa y una quincena de bancos, y acusó a Moscú del mismo.

“Rusia no tiene nada que ver con ningún ciberataque”, replicó el miércoles Dmitri Peskov.

Con información de la AFP.