Rusia aseguró el miércoles 28 de junio que solamente ataca blancos militares en Ucrania, tras la destrucción de un restaurante en la ciudad oriental de Kramatorsk, una acción que ha dejado al menos diez muertos y 61 heridos, entre ellos tres colombianos.
“Rusia no ataca infraestructuras civiles, ataca instalaciones ligadas de una manera u otra a infraestructuras militares”, declaró a periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El ataque destruyó el restaurante Ria Pizza, un establecimiento popular entre soldados, periodistas y personal humanitario en Kramatorsk, el último gran centro urbano bajo control de Kiev en el este del país. Los medios ucranianos señalaron la presencia de instructores militares extranjeros en la ciudad.
Las operaciones de rescate continúan, agregaron los socorristas, señalando que siete personas fueron halladas con vida entre los escombros.
Según la policía ucraniana, Rusia lanzó el martes 27 de junio dos cohetes tierra-aire S-300 contra la ciudad, que tenía 150.000 habitantes antes de la guerra.
En el ataque resultaron heridos leves tres colombianos: el excomisionado de paz Sergio Jaramillo, el novelista Héctor Abad Faciolince y la reportera Catalina Gómez, corresponsal para varios medios, informaron los dos primeros en un comunicado difundido en Twitter.
Los tres estaban cenando en el restaurante junto a la escritora ucraniana Victoria Amelina, de 37 años, que “se encuentra en estado crítico por una lesión en el cráneo, causada probablemente por los vidrios y las vigas que volaron”, señala el texto.
Abad y Jaramillo habían viajado a Ucrania para “expresar la solidaridad de América Latina con el pueblo de Ucrania frente a la bárbara e ilegal invasión rusa”.
Además del restaurante, hubo daños en apartamentos, comercios, vehículos, una oficina postal y otros edificios, según la fiscalía ucraniana.
Un cocinero cubierto de polvo, Roslan, de 32 años, indicó que en el momento del ataque “había bastante gente”.
Situada al oeste de la devastada ciudad de Bajmut, escenario de la batalla más extensa y sangrienta de la guerra, Kramatorsk ha sido golpeada por numerosos bombardeos rusos.
El más mortífero ocurrió en la estación ferroviaria de la ciudad en abril de 2022, dejando 61 muertos y más de 160 heridos pocas semanas después del inicio de la invasión rusa, en momentos en que muchos civiles buscaban abandonar la localidad.
Kramatorsk, una importante intersección ferroviaria, es la capital regional de facto desde que las ciudades de Donetsk y Lugansk fueron capturadas en 2014 por separatistas prorrusos apoyados por Moscú.
La ONU se pronuncia ante el ataque
“Estoy horrorizada y profundamente apenada por otro ataque contra viviendas, restaurantes, tiendas y escuelas que deja decenas de muertos y heridos civiles, entre ellos niños”, afirmó la coordinadora humanitaria de la ONU en Ucrania, Denise Brown, quien expresó sus condolencias a las víctimas.
En este sentido, señaló que el bombardeo contra una zona civil y “densamente poblada” donde hay personas que “intentan seguir adelante con sus vidas pese a los horrores” del conflicto evidencia el “inexcusable nivel de sufrimiento” bajo el que vive sometida la población ucraniana desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
“El Derecho Internacional Humanitario protege a los civiles y a la infraestructura civil y debe hacerse todo lo posible para minimizar o evitar los daños, lo que incluye verificar los objetivos”, reclamó Brown.
*Con información de AFP y Europa Press.