Las tensiones volvieron a aumentar en Europa del este después de que la jornada anterior –15 de noviembre– dos personas murieran tras la caída de un misil en una aldea de Polonia. El incidente generó alerta desde la Alianza Atlántica (Otan) y la Unión Europea ante los temores de una mayor escalada en el conflicto.
Rusia elogió la respuesta de Washington al respecto y reiteró que no era responsable de ese impacto en territorio polaco. “Hay que destacar la reacción comedida y profesional de la parte estadounidense”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a la vez que calificó de “histérica” la reacción de “altos funcionarios de varios países”.
El Ministerio de Defensa de esa nación aseveró que el misil correspondía a un sistema de defensa de las fuerzas de Kiev (S-300)” y que “los ataques de alta precisión fueron llevados a cabo a una distancia superior a 35 kilómetros de la frontera polaco-ucraniana”, según identificaron sus especialistas.
Pese a que la atención se centró nuevamente en Moscú, el presidente estadounidense, Joe Biden, mencionó que las señales apuntaban a que el proyectil pudo ser lanzado desde suelo ucraniano. “Hay indicios de que el cohete que golpeó una aldea en el este de Polonia era un misil antiaéreo de Ucrania”, dijo según recogió la agencia DPA.
El mandatario se había referido horas antes, en el marco de la Cumbre del G20, a que el rumbo que había alcanzado el misil permitía considerar que posiblemente su lugar de lanzamiento no había sido Rusia.
“Hay información preliminar que lo desmiente. No quiero decir eso hasta que investiguemos completamente. Pero es poco probable, teniendo en cuenta la trayectoria, que haya sido disparado desde Rusia. Pero ya veremos. Ya veremos”, puntualizó.
Otan comenzó reunión de urgencia
Fuentes diplomáticas informaron que los embajadores ante la Otan comenzaron en la capital belga un encuentro de emergencia para evaluar las nuevas tensiones. La reunión fue establecida un día antes de que el jefe del organismo, Jens Stoltenberg, subrayara la necesidad de determinar realmente qué fue lo que sucedió.
“Hablé con el presidente, Andrzej Duda, sobre la explosión en #Polonia. Ofrecí mis condolencias por la pérdida de vidas. #NATO está monitoreando la situación y los Aliados están consultando de cerca. Importante que se establezcan todos los hechos”, comentó en su cuenta de Twitter la jornada anterior.
Las reacciones para intentar aclarar si se trató de un “error técnico” como sostuvo el presidente turco, Tayyip Erdogan, continúan mientras otros líderes como el alemán, Olaf Scholz, piden mesura. “En un asunto tan grave, no puede haber ninguna conclusión apresurada sobre el desarrollo de los eventos antes de una investigación minuciosa”.
Por su parte, Polonia dijo que no había pruebas claras para concluir cuál había sido el origen del lanzamiento. “El día de ayer @POTUS (Biden) inmediatamente prometió apoyo. Las fuerzas de la Otan y nuestras unidades han sido puestas en alerta. No teníamos dudas de que era necesario para la seguridad de la República de Polonia y sus habitantes”, señaló la oficina presidencial.
La ministra de Defensa belga, Ludivine Dedonder, también compartió la hipótesis que maneja Estados Unidos: “Según la información disponible, los ataques fueron el resultado de los sistemas de defensa antiaérea ucranianos, utilizados para contrarrestar los misiles rusos”. La funcionaria agregó que lo sucedido era parte de una “profunda investigación”.
Por lo pronto, la explosión de este martes (que desencadenó en la muerte de dos personas) mantiene elevada las alertas en la Otan; sin embargo, los representantes de naciones aliadas mantienen mensajes de prudencia, mientras se confirma la procedencia del proyectil.
*Con información de AFP y Europa Press.