Una noche más que en las ciudades de Kiev y Mariúpol no se puede dormir, el sonido de las explosiones aturdía, según relatan sus habitantes, y es que durante el octavo día de invasión se vivió la presión de las tropas de Rusia que bombardearon a Kiev y Mariúpol, mientras se abren paso violentamente hacia Mikoláiv y Odesa.
Desde la alcaldía de Kiev confirmaron que la ciudad tuvo en las últimas horas avisos de alarma aérea, por lo cual cientos de habitantes tuvieron que correr para tratar de resguardarse en las zonas que crearon para este tipo de situaciones. Y precisamente siete fue el número de explosiones que sacudieron la ciudad, tanto en el sur como en el centro.
Quizás una de las más fuertes fue la que detonó en cercanías a la estación del metro Druzhba Narodov. El ministro del Interior ucraniano, Anton Gueráshenko informó que esa fue causada por un misil ruso que fue interceptado y destruido por Ucrania, y que en medio del operativo afectó una gran tubería que tiene la ciudad para generar calor en temporada de invierno, pero aseguró que no se registraron víctimas.
Las fuentes de Ucrania confirmaron este jueves que uno de los principales intereses para Rusia es invadir Mariúpol. Lo que hace atractiva esta región del sureste del país es su cercanía con el mar, al ser una ciudad portuaria facilita la estrategia militar, arriesgando la vida de alrededor de medio millón de habitantes.
En versiones iniciales del Ministerio de Defensa del Kremlin indican que en la madrugada del jueves los militares rusos entraron a Jersón. Sin embargo, tal información no ha sido confirmada por la presidencia de Ucrania.
A través de las redes sociales, el Estado Mayor General ucraniano informó que “las Fuerzas Armadas de Ucrania continúan defendiendo estoicamente determinados frentes y contraatacando y bloqueando las fuerzas de los ocupantes en distintos sectores”.
El llamado que hacen desde Ucrania es a la resistencia, “resistencia total”, fueron las palabras del ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Réznivkov, y pidió incrementar la presión contra los rusos. Réznikov considera que “el enemigo ha perdido la iniciativa y es la hora de pasar a la resistencia total”.
Después de la semana de horror que han vivido los ucranianos, Volodímir Zelenski, presidente del país anunció que reconstruirá Ucrania después de la guerra. Y a la vez este jueves se reanudarán las conversaciones entre ellos y Rusia para tratar de parar la ola de violencia, lo paradójico es que este supuesto ambiente de negociación se da en medio de las acciones del ejército ruso invadiendo ciudades ucranianas.
Por una parte, Kiev descarta capitular y reclama un alto al fuego y la retirada de las fuerzas invasoras de su territorio. Por su lado, Moscú exige el reconocimiento de Crimea como territorio ruso y la “desmilitarización y ‘desnazificación’ del Estado ucraniano”, dijo Volodímir Zelenski.
“Vamos a reconstruir cada edificio, cada calle, cada ciudad, y le decimos a Rusia: aprendan la palabra ‘reparación’”, declaró Zelenski en un mensaje video. “Nos van a reembolsar por completo todo lo que han hecho contra nuestro Estado, contra cada ucraniano”, agregó.
Entre tanto, el de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov estimó este jueves que los dirigentes occidentales pensaban en una guerra nuclear en su conflicto con Rusia a raíz de la invasión de Ucrania.
“Todo el mundo sabe que una tercera guerra mundial solo puede ser nuclear, pero les llamo la atención sobre el hecho de que eso está en la mente de los políticos occidentales, no en la de los rusos”, dijo Lavrov en una rueda de prensa virtual.
*Con información de AFP y Europa Press.
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