El sacerdote chileno Felipe Berríos pidió este lunes a la Fiscalía que lo investigue luego de que una mujer denunciara ante la Compañía de Jesús que él cometió “hechos de connotación sexual” cuando ella era menor de edad.

“Quiero que se me investigue al igual que cualquier ciudadano de este país y para ello y en vista de que la denunciante no ha recurrido a la justicia, hoy ingresé un escrito ante el Ministerio Público solicitando que se inicie una investigación sobre los hechos descritos en la denuncia”, indicó Berríos en una declaración pública.

El sacerdote, reconocido por vivir en un campamento mayormente habitado por migrantes en el norte de Chile, fue denunciado a principios de mayo ante su congregación, que lo suspendió mientras realiza la investigación del caso, para lo que nombró a la abogada laica María Elena Santibáñez.

“Los hechos que se me imputan en la única denuncia que conozco no son ciertos y aspiro a que se conozca públicamente la verdad”, agregó el sacerdote.

Tras la denuncia de hace un mes, se habrían dado otras dos acusaciones, según informó hace dos semanas el diario vespertino La Segunda. Berríos dijo que espera “tener la posibilidad” de defenderse “ante el Ministerio Público y los tribunales en la forma más transparente posible”.

Desde 2015 Berríos vive en “La Chimba”, un campamento montado sobre un basural de Antofagasta, considerada la capital mundial de la minería del cobre. A esa ciudad del norte de Chile llegaron miles de migrantes -colombianos, peruanos y bolivianos- en los últimos años en busca de una mejor vida, y con quienes el sacerdote colabora.

La congregación de los Jesuitas de Chile reconoció en un informe en mayo de 2021 que 64 personas fueron víctimas de abusos sexuales -34 de ellas menores de edad- de parte de once de sus clérigos que fueron investigados por la propia orden católica entre 2005 y 2020.

La Iglesia chilena ha estado envuelta en denuncias de abusos desde que en 2010 el influyente sacerdote Fernando Karadima fue denunciado y un año después condenado por el Vaticano como culpable de abusos sexuales contra menores.

El último caso sobre un sacerdote señalado de abuso sexual en Colombia

Un juez de control de garantías ordenó el pasado 16 de mayo enviar a la cárcel a un sacerdote señalado de abusar sexualmente de un monaguillo en una iglesia en Soacha (Cundinamarca). En la investigación se señaló que el ahora procesado había hecho diferentes acciones en contra del menor de edad.

Al parecer, el sacerdote sentaba en sus piernas al monaguillo y procedía a hacer tocamientos indebidos. Todo esto aprovechándose de su posición en la sociedad y la fuerza.

Una prueba recolectada indica que para engañarlo el sacerdote le decía al menor que esas cosas eran normales entre los amigos, con el fin de que no lo denunciara ni le contara a nadie lo que ocurría.

El procesado habría aprovechado la confianza que le tenía a la familia de la víctima con el propósito de hacerle invitaciones a realizar diligencias personales, pero con el presunto interés de abusarlo sexualmente.

La fiscalía general informó en un comunicado de prensa que se documentó el caso con entrevistas, búsqueda en bases de datos y la valoración médicolegal al afectado.

El sacerdote procesado era el líder de un centro religioso, por lo que aprovechó el libre ingreso y movilidad para realizar los acosos sexuales al menor de edad.

*Con información de AFP.