El tema del salario y las pensiones es un reto para cualquier gobierno, independientemente de la zona geográfica en la que se encuentre, esto ha quedado demostrado no solamente en Colombia (en donde ha habido un eterno debate en el Congreso en diversas administraciones e incluso propuestas de Reforma Laboral y Pensional) o Francia, por mencionar un ejemplo, sino también en Portugal.
Pues este sábado, 18 de marzo, más de 100.000 personas salieron a las calles de Lisboa para manifestarse y pedir reivindicación y una subida generalizada de los salarios y las pensiones convocadas por el sindicato Confederación General de Trabajadores Portugueses-Intersindical Nacional (CGTP-IN).
La secretaria general de la formación, Isabel Camarinha, aseveró que no cederán en las movilizaciones hasta que suban salarios y pensiones, informa el periódico Diário de Notícias.
“Esta lucha no va a parar mientras no se garantice el aumento de los salarios y de las pensiones y nuestras reivindicaciones”, afirmó Camarinha, quien destacó a su vez, que “la construcción de un nuevo tiempo exige la intensificación de la lucha”.
Así como afirmó que “los problemas, necesidades y reivindicaciones de los trabajadores no pueden seguir quedando a la espera”, por lo que pidió “respuestas y soluciones” al Gobierno del Partido Socialista.
De igual manera, criticó al Gobierno por escudarse “en el estudio de la compensación de precios” y no hacer nada para paliar el aumento del coste de la vida. “Parece que somos idiotas y habrá quien se preste a elaborar un estudio bonito que confirme que todo va bien (...). Es una nueva versión de ‘el país aguanta, aguanta más austeridad’ que ya derrotamos y que vamos a volver a derrotar”, enfatizó.
En concreto, la secretaria portuguesa denunció la “falta de respuestas” en salud, educación, protección social o vivienda. “Exigimos el aumento general de los salarios, un aumento real, que supere la inflación y recupere y refuerce el poder de compra, que nos permita vivir”, concluyó.
Hay que decir que puntualmente los protestantes piden un aumento de al menos el 10 % y no inferior a los 100 euros para todos los trabajadores, además de elevar a 850 euros el salario mínimo interprofesional.
En ese orden, se han convocado nuevas protestas para el 28 de marzo en Lisboa y Oporto, así como las movilizaciones del 25 de abril y del 1 de Mayo.
En Francia, el panorama no es distinto
En toda Francia este sábado hubo movilizaciones especialmente en París, donde a sobre las 8:00 p. m. intervino la Brigada Motorizada de Represión de Acción Violenta (BRAV-M) de la Policía y empleó gases lacrimógenos contra “alborotadores que intentan crear barricadas e incendiar cubos de basura”, según una fuente policial.
Ello dejó un saldo de al menos 76 personas detenidas en París en una nueva jornada de protestas contra la reforma de las pensiones impuesta por el Gobierno del presidente Emmanuel Macron y presentada el jueves recurriendo al Artículo 49.3 de la Constitución, que implica la aprobación de cualquier norma sin votación siempre y cuando no se imponga una moción de censura.
La jornada en la capital de ese país está marcada por una polémica prohibición de las manifestaciones en la plaza de la Concordia y los Campos Elíseos debido al riesgo para el orden público y la seguridad, según las autoridades, citadas por la televisión BfmTv.
En el marco de estas protestas, el sindicato Confederación General de Trabajadores (CGT) informó del cierre de la refinería de Total Energies en Normandía. “Las refinerías paran en huelga una tras otra. El movimiento promete ser mayor que el de octubre de 2022 ¡Además de los depósitos de petróleo están en huelga! ¡LLENAD EL TANQUE!”, publicó el sindicato en Twitter.
También se han producido movilizaciones con miles de asistentes en ciudades como Marsella, Toulouse, Nantes o Gap. En Marsella se han contabilizado 1.500 asistentes en la plaza del General De Gaulle, según la Policía. En Nantes han sido casi 9.000 los asistentes, según Ouest France.
*Con información de Europa Press.