El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció este viernes la apertura de la antigua basílica de Santa Sofía en Estambul al culto musulmán después de que un tribunal anulara su condición de museo, abriendo así el camino a su transformación en mezquita.  "Se ha decidido que Santa Sofía será colocada bajo la ‘administración de Diyanet‘ (Autoridad de Asuntos Religiosos) y será reabierta a las oraciones", anunció Erdogan en un comunicado en Twitter. El Consejo de Estado turco había decidido, a pedido de varias asociaciones, anular una disposición gubernamental de 1934 que otorgaba a Santa Sofía, en Estambul, ese estatuto de museo. Santa Sofía, construida en el siglo VI por los bizantinos que coronaban allí a sus emperadores, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es una de las principales atracciones turísticas de Estambul.

Santa Sofía fue convertida en mezquita en el siglo XV después de la invasión otomana y en museo en 1935 por el líder de la joven república turca, Mustafá Kemal Atatürk. Tanto Grecia como la iglesia ortodoxa de Rusia lamentaron este viernes la decisión. Grecia consideró que esta decisión constituye "una abierta provocación al mundo civilizado". "El nacionalismo demostrado por Erdogan retrotrae al país seis siglos atrás" aseguró la ministra griega de cultura, Lina Mendone, en un comunicado. Por su lado la iglesia ortodoxa rusa lamentó que la "preocupación" de "millones de cristianos" no haya sido escuchada por la justicia turca.