Luego de años de dedicar su trabajo social a crear conciencia sobre el cáncer de seno, Sarah Ferguson, duquesa de York, resultó víctima de esta enfermedad que afecta cada año a millones de mujeres en el mundo.
De acuerdo con un portavoz de la exesposa del príncipe Andrés, duque de York, ella “fue recientemente diagnosticada con una forma temprana de cáncer de pecho detectado en una mamografía rutinaria”, por lo cual “se le recomendó someterse a cirugía, lo cual hizo de forma exitosa”.
La operación tuvo lugar en el hospital Edward VII, en Londres, donde suelen ser tratados los miembros de la familia real, del cual fue dada de alta el pasado domingo, luego de varios días de estar internada, rumbo al Royal Lodge, la mansión en la que vive con Andrés, aunque en dependencias separadas.
El vocero de Fergie, como es conocida popularmente, también manifestó que “la duquesa quiere expresar su gratitud inmensa a todo el personal médico que la ha apoyado en los últimos días”.
La fuente señaló que “la duquesa está recibiendo el mejor cuidado médico y sus doctores le han dicho que el pronóstico es bueno. Ahora se recupera con su familia”.
De igual modo, agregó, que está “también inmensamente agradecida con el personal que le realizó la mamografía que identificó la enfermedad, que no presentaba síntomas, y cree que su experiencia pone de manifiesto la importancia de realizarse chequeos médicos de forma regular”.
Este lunes, la emisión de Tea Talks with the Duchess and Sarah, el podcast que Fergie hace junto con Sarah Thompson, tuvo un segmento dedicado a la situación médica de la excuñada del rey Carlos III.
En su intervención, ella contó que fue sometida a la mastectomía de un seno y que lo revelaba con un propósito: “Es muy importante que hable sobre eso. No me importa si nadie quiere saber de mí. Se lo digo a la gente desde aquí porque quiero que cada persona que escuche este podcast vaya y se haga un chequeo, vaya y sea examinado”.
Luego de su divorcio de Andrés, en 1996, Fergie siguió involucrada en causas sociales y una de ellas es precisamente la prevención y lucha contra este cáncer. Específicamente, hace tres décadas trabaja en la organización Teenage Cancer Trust.
Hace cuatro años, fue una de las oradoras de la cena anual de la Breast Cancer Foundation, en las islas Caimán, donde dijo en entrevista para un medio local: “Es esa cosa escondida y aterradora, la palabra cáncer, la gran C”.
Así mismo, recordó el estigma que sufre la palabra mama: “La gente simplemente no la usa. El secreto de la Breast Cancer Foundation es crear conciencia y decir que está bien. No está bien, por supuesto que es horrible. Pero si lo tienes, o te preocupa, o crees que es posible, ve a que te lo revisen y aquí estamos para apoyarte”.
La duquesa también ha tenido experiencias cercanas con la enfermedad, por el lado de su familia. Su padre, Ronald Ferguson, murió víctima de cáncer de próstata, en 2003, en tanto que su padrastro, el jugador de polo argentino Héctor Barrantes, falleció a los 51 años tras una larga batalla con el cáncer linfático.