La organización de Boys Scouts de Estados Unidos (BSA) se declaró en quiebra este martes, en un esfuerzo por proteger las indemnizaciones de las víctimas de abuso sexual, según afirmó el grupo en un comunicado. En lugar de afrontar los miles de casos de manera individual, lo que probablemente dejaría a varios sin solución, la organización decidió llevar todas las demandas a un mismo tribunal para llegar a un acuerdo. "La quiebra ayudará a compensar equitativamente a las víctimas a través de la creación de un fideicomiso y permitirá que la organización continúe operando a nivel local", indicó el texto. "La BSA se preocupa profundamente por todas las víctimas de abuso y se disculpa sinceramente con cualquiera que haya resultado perjudicado durante su estancia en la organización”, dijo su presidente ejecutivo, Roger Mosby, en el comunicado.
Más de 70 años de abusos Con 110 años de historia y 2,2 millones de miembros que tienen entre 5 y 21 años, BSA ha sido acusada de encubrir abusos contra miles de sus jóvenes integrantes. Todo indica que estos abusos ocurrieron durante varias generaciones y no hicieron lo suficiente para acabar con los pedófilos en su seno. Más de 12.000 de sus miembros han sido víctimas de abuso desde 1944, dijo el año pasado el abogado Jeff Andreson, quien agregó que dentro de la organización había más de 7.800 abusadores. El escándalo frente a los casos de abuso sexual estalló en 2012 cuando los medios de comunicación estadounidenses informaron por primera vez sobre la existencia de los "archivos de perversión". En estos documentos, propiedad de la BSA, están los nombres de los cerca de 7.800 adultos responsables de abusar contra los menores. Sin embargo, hasta ahora, la organización no ha querido hacer públicos estos nombres. Según ellos, las personas allí registradas fueron reportadas inmediatamente a las autoridades y no podrán volver a participar en la BSA. En ese año, a propósito de una investigación sobre pederastia en el estado de Oregon, los archivos de perversión revelaron más de 1.200 casos en 49 estados del país, entre 1965 y 1985. Estas denuncias evidentemente prendieron las alarmas sobre el tema, lo que posteriormente motivió a la médica Janet Warren a dar testimonio sobre la información que encontró durante los años en los que trabajó en la BSA. La también profesora de medicina de la Universidad de Virigina, estuvo vinculada con la organización con el fin de evaluar la forma como se abordaron los casos de abuso ocurridos entre 1944 y 2016. Allí conoció dichos archivos de perversión y cuando terminó su investigación, expuso que en estos documentos se encontraban, además de los nombres de miles de abusadores, cerca de 12.250 nombres de menores de edad que fueron víctimas de estos adultos.
A raíz de estas denuncias, el gobierno de Estados Unidos permitió a las víctimas recurrir con sus testimonios a la justicia, independientemente de que fueran de años anteriores, para poder tener juicios civiles ya que para muchos de estos casos, los plazos requeridos para tener un proceso penal ya vencieron. Estas denuncias dispararon las millonarias demandas contra la organización de scouts hasta llegar a un punto tal que la BSA no pudo enfrentarlas económicamente, situación que los llevó a la actual quiebra. Deudas de 1.000 millones La organización estima tener deudas de hasta 1.000 millones de dólares, según los documentos presentados este martes ante el tribunal. El Consejo Nacional de los Boy Scouts y los consejos locales afiliados tienen activos por un total de 5.000 millones de dólares, incluyendo inmuebles, de acuerdo con un informe del diario The Wall Street Journal (WSJ) del mes pasado. Los consejos locales ostentan cerca de las dos terceras partes de los activos de la organización, los cuales -según el WSJ- podrían quedar a resguardo de los acreedores bajo el procedimiento de quiebra, limitando su exposición a las demandas de abuso sexual. El plan de bancarrota se discutió por primera vez en 2018, dijo el Journal, ante los problemas causados por una disminución en el número de miembros y el aumento de los costos. "Abusados en Scouting", una red de firmas legales que representan a las víctimas, consideró que la declaración de quiebra podría significar el fin de los Boy Scouts.
"Va a ser un desastre. Si demora un largo período de tiempo, se plantea la interrogante respecto a si los Boy Scouts tendrán recursos para seguir operando mientras se tramita la quiebra", estimó el abogado Tim Kosnoff en un comunicado de la red de comienzos de febrero. *Con información de AFP