Con la llegada al poder de Giorgia Meloni en Italia, la controversia y las medidas radicales ha predominado en los últimos días, luego de que la primera ministra eliminara la normativa que obligaba a los funcionarios del sector salud a vacunarse contra la covid-19, ahora también ha prometido cárcel para los asistentes a las fiestas ilegales conocidas como “raves”.
La noticia se da luego de que se registrara una reunión que duró más de 48 horas, según indicaron medios locales, fiesta en la que se habrían congregado unas mil personas en medio de una bodega en la ciudad de Módena, durante el lunes 31 de octubre, una celebración de Halloween a la que llegaron incluso, personas de otros países vecinos.
Lo que tuvo de excusa Meloni, para hablar al respecto de las raves, y declarar que se endurecerían los castigos para este tipo de actividades ilegales con el objetivo de “proteger a la ciudadanía”, por lo que se aumentaría a seis años, en lugar de los dos años que actualmente se tienen para este tipo de actividades, para quienes organicen tales eventos, así como el ocupar ilegalmente edificaciones para las fiestas.
“Estamos dando una señal de que Estado no quiere demostrarse inerme y miope ante las ilegalidades... ¡Se acabó la fiesta!”, afirmó Meloni en medio de una rueda de prensa, hablando al respecto de las raves y las personas que asisten a estos eventos.
A pesar de las declaraciones de la primera ministra, desde el año anterior Italia venía trabajando para modificar las penalidades sobre este tipo de eventos ilegales, lo que incluía, además, millonarias multas de entre mil y 10 mil euros, para organizadores.
“Invasión de lugares para reuniones peligrosas para el orden o la salud pública... Este es un caso en el que una norma ad hoc da un mensaje claro y permite intervenir con mayor eficacia”, indicó Meloni en la rueda de prensa, haciendo referencia al porqué debería castigarse este tipo de intervenciones ilegales en donde también se consumen sustancias psicoactivas.
La marcha para conmemorar a Mussolini
Cientos de nostálgicos del dictador Benito Mussolini desfilaron el domingo en su ciudad natal, Predappio, para celebrar los 100 años de la “Marcha sobre Roma”, que marcó la llegada al poder de los fascistas en Italia.
Unas 2.000 personas, según estimaciones oficiales, se reunieron en esta pequeña ciudad de Emilia-Romaña, en el norte de Italia, donde también está enterrado el dictador. Ya que, la tumba de Mussolini se convirtió en lugar de peregrinación y es visitado cada año por decenas de miles de visitantes.
El domingo, algunos de sus seguidores manifestaron su apoyo al nuevo gobierno dirigido por la líder de extrema derecha Giorgia Meloni, que contribuyó a crear hace diez años el partido Hermanos de Italia. La agrupación política tiene raíces neofascistas.
Sin embargo, durante su primer discurso ante el Parlamento esta semana, la nueva primera ministra aseguró que nunca había sentido “ninguna simpatía o proximidad con los regímenes antidemocráticos (...), incluido el fascismo”.
“Habría votado a Lucifer si hubiera derrotado a la izquierda en Italia. Así que estoy contento de que tengamos el gobierno de Meloni”, dijo el organizador de la concentración, Mirco Santarelli, según la agencia de noticias italiana Ansa.
Con pancartas y una enorme bandera italiana, muchos de los presentes iban vestidos de negro, un homenaje a los camisas negras, la milicia del movimiento fascista y luego del régimen de Mussolini. Algunos alzaron su brazo derecho para hacer el saludo fascista, pese a que los organizadores pidieran que no se hiciera.
Aunque la ley italiana prohíbe la apología del fascismo, raramente se aplica. En Italia, muchos atribuyen a Mussolini haber dotado al país con infraestructuras (trenes, autopistas, etc.) o haber instaurado programas de protección social.
*Con información de AFP