Los internos de 13 prisiones estatales en Ecuador se declararon en huelga de hambre y retuvieron a guardias penitenciarios en cinco cárceles para exigir mejores condiciones de reclusión, luego de un motín en Guayaquil que dejó seis fallecidos y 11 heridos, según lo informó en las últimas horas la Secretaría de Atención a Privados de la Libertad.
Pese a la intervención del SNAI, policías y Fuerzas Armadas, así como guías penitenciarios permanecen retenidos en cuatro cárceles de las provincias de Cotopaxi, Azuay, Cañar y El Oro. Las autoridades no han precisado el número de guías que están bajo poder de los presos, pero han reportado que “están en buen estado”.
De acuerdo con la información del último censo penitenciario, que terminó hace unos seis meses, un 33% de los presos destacó que la cantidad de alimentos que les ofrecen es suficiente, un 48% se quejó de que el suministro agua potable no es permanente y un 65% reprochó que los servicios higiénicos son malos o regulares.
La AP consultó a la secretaría que lleva el sistema penitenciario ecuatoriano acerca de los reclamos de los presos que motivaron la huelga de hambre y sobre la cantidad de agentes de control retenidos, pero no obtuvo respuesta de inmediato.
En un intento por reducir la violencia, las autoridades distribuyeron a los presos en los pabellones de acuerdo con su pertenencia a las bandas más peligrosas del país, pero ello ha sido insuficiente para disminuir el nivel de confrontación.
Las 53 cárceles que tiene Ecuador cuentan con capacidad para albergar a 30.000 presos en total. No obstante, hay una sobrepoblación carcelaria de 1.187 reclusos, según el último censo, de los cuales un 16% no cuenta con sentencia de los tribunales.
La Penitenciaría del Litoral, la más grande y peligrosa del país está ubicada en el interior de un complejo de prisiones en Guayaquil, la ciudad que registra mayores índices de violencia y asesinatos, a 270 kilómetros al suroeste de Quito. El centro de reclusión tiene capacidad para unos 9.500 reclusos, pero hasta el primer trimestre de este año sobrepasaba ese número por casi 3.000 reos.
Enfrentamiento en cárceles de Ecuador
Seis reclusos murieron y once resultaron heridos tras un nuevo choque entre bandas en una cárcel de Ecuador, un país azotado por la violencia del narcotráfico y escenario de recurrentes masacres carcelarias, informó ayer domingo 23 de julio el organismo que administra las prisiones (SNAI).
Más temprano, el SNAI había reportado cinco fallecidos. El organismo precisó que “el número de heridos se mantiene en once”.
En un primer informe, la entidad indicó que los heridos se encuentran “fuera de peligro” y que están recibiendo atención médica en centros de salud. Durante la mañana en las afueras de ese centro carcelario, donde han ocurrido las peores matanzas en un contexto de rivalidad entre grupos criminales, se escuchaban disparos, constató un periodista de la AFP.
Las penitenciarías ecuatorianas se han convertido en centros de operaciones de bandas criminales que se disputan el tráfico de drogas. Una decena de enfrentamientos entre presos dejan desde febrero de 2021 más de 420 muertos, decenas de ellos mutilados e incinerados.
A raíz del nuevo choque entre presos en la penitenciaría Guayas 1, ubicada en la costera ciudad de Guayaquil (suroeste), una de las más azotadas por la violencia y el narcotráfico, las autoridades reforzaron la seguridad en todas las cárceles del país.
El ministro del Interior, Juan Zapata, escribió en Twitter que “se encuentran operativos los protocolos para monitorear y ejecutar estrategias para el control, orden y seguridad de las personas privadas de la libertad”.
En imágenes difundidas por la Fiscalía se observa una malla rota y un orificio en el piso de la cárcel, así como policías fuertemente armados dentro de la prisión.
Con información de AP y AFP*