Una violenta crisis estalló en Haití tras las fuertes manifestaciones que se vienen presentado desde esta semana, luego de que el gobierno local decretara el aumento del precio del combustible, lo que genera un aumento en el costo de vida de los haitianos.
Las manifestaciones en Puerto Príncipe y otras ciudades del país han dejado un saldo parcial de 10 personas muertas y varios heridos, mientras los manifestantes se toman las calles en enfrentamientos con las autoridades haitianas.
Las principales carreteras fueron bloqueadas, el transporte público detenido y muchos negocios o instituciones públicas mantuvieron sus puertas cerradas mientras algunos negocios fueron atacados por los manifestantes.
El domingo, el primer ministro, Ariel Henry, anunció que los precios del combustible deben aumentar, ya que el Estado carecía de fondos para continuar con los subsidios.
El anuncio desató la ira de una población ya golpeada por la inseguridad y la pobreza, y que no solo depende del combustible para el transporte, sino también para la electricidad y para cocinar.
Sin embargo, las protestas se intensificaron el miércoles, cuando el gobierno formalizó la suspensión de los subsidios al diésel y al combustible doméstico, en tanto redujo los de la gasolina.
Los precios del diésel y del queroseno pasarán de unos 350 gourdes (moneda haitiana, unos 3 dólares) a casi 670 gourdes (unos 5,70 dólares).
Este verano boreal una doble escasez de gasolina y electricidad ya había paralizado varias ciudades.
Ante esa escasez los residentes de la isla se ven obligados a recurrir al mercado negro, donde la gasolina y el diésel están fácilmente disponibles pero a precios seis veces más altos que la tarifa establecida por el gobierno.
Haití, un país en el que las pandillas se han extendido cada vez más su dominio, lleva años sumido en una profunda crisis económica y política.
Ante la situación, varios países han decidido cerrar sus embajadas, alegando razones de seguridad.
La sede diplomática de República Dominicana, que comparte con Haití la isla Las Española, informó en un breve comunicado este jueves que “cierra sus puertas al público hasta nuevo aviso” vecino debido al “deterioro de la situación de seguridad” en el país.
“Nuestras líneas telefónicas y redes sociales resaltarán abiertas”, agregó la delegación dominicana en Puerto Príncipe.
La embajada canadiense también anunció su cierre a partir de este jueves.
La de México informó el martes que permanecería cerrada “hasta nuevo orden”, mientras que la legación de España tomó una medida similar el miércoles.
Las principales ciudades de Haití están paralizadas por masivas protestas en reacción a la suspensión de los subsidios al combustible, en un país con altos índices de pobreza.
El domingo pasado, alegando que el Estado carecía de fondos para continuar con los subsidios, el primer ministro, Ariel Henry, anunció un alza en los precios de la gasolina y otros combustibles. Las movilizaciones se intensificaron el miércoles, con carreteras bloqueadas, transporte público detenido y negocios cerrados ante posibles ataques de manifestantes.
La embajada dominicana logró a sus connacionales que están en Haití “guardar prudencia, limitar sus desplazamientos y tener consigo, en la medida de lo posible, provisiones de primera necesidad” como alimentos y medicinas.
República Dominicana y Haití mantienen relaciones tirantes, en especial por el paso de haitianos por la frontera común en busca de mejores condiciones de vida.
Santo Domingo ha sufrido su política de inmigración y construye un muro limítrofe entre los dos países.
Según estimaciones, unos 3 millones de haitianos viven en Dominicana, cuya población no llega a los 11 millones de habitantes, aunque el dato oficial los ubica en 500.000. Unos 7.000 dominicanos, en tanto, residen en Haití.
*Con información de AFP