En menos de un mes, el próximo 24 de febrero, se cumple un año desde que comenzó lo que a la fecha Vladimir Putin continúa llamando una “operación especial” en Ucrania y de la que, por lo pronto, no se ve una salida diplomática. Con bajas de ambos lados y una reorganización de estrategias, la incertidumbre es el común denominador en Europa del este.
¿Cuál será el siguiente paso tanto de Kiev como de Moscú? Ese es el interrogante al que Bloomberg intentó adelantarse y plantear un escenario sobre los planes que podrían estarse gestando desde el Kremlin, en el primer aniversario desde que estalló la guerra. El portal estadounidense vaticina que las hostilidades pueden prolongarse por años, pero situando (en el largo plazo) una victoria inclinada hacia Rusia.
Diferente a lo que el gobierno de Putin tenía previsto, la invasión en suelo de su país vecino no concluyó al término de algunas semanas y se ha prolongado sin un pronóstico cercano de fin. La ‘gran ofensiva’ es uno de los temores que mantiene la administración de Volodímir Zelenski, quien en las últimas semanas ha exhortado a una mayor asistencia militar y a disminuir los tiempos para recibir el armamento.
¿Cuándo comenzaría la ‘gran ofensiva’?
Funcionarios y asesores relacionados con la tensión en ese lado del mundo consideran que el Kremlin busca ahora demostrar que sus fuerzas militares tienen la capacidad de recuperar los territorios ‘perdidos’, así como garantizar el control en las zonas ocupadas.
Bloomberg indicó que, según fuentes próximas al Kremlin, la “voluntad” de Putin de reconocer que sus tropas han recibido bajas allanaría el camino para predominar, más allá de las fallas. El próximo paso a gran escala podría estallar entre febrero y marzo, una ‘amenaza’ que sigue latente, a la que Ucrania intenta estar preparada y por la que ha urgido a recibir cuanto antes apoyo militar adicional.
Así las cosas, no se descarta que Rusia adelante una nueva escalada mortal como ‘opción’ para intentar mantener su pulso en un conflicto, cuyo origen se remonta a 2014. Por su parte, “ceder” tampoco es una alternativa para Ucrania que, al contrario, espera ampliar su capacidad para obligar al repliegue de su adversario y lo que deja a un lado la posibilidad de un alto al fuego.
Otros ‘actores’ involucrados
El apoyo que abiertamente han entregado Estados Unidos y algunos países europeos agudiza también el ambiente con Moscú, en el marco de lo que ese portal norteamericano afirma es la intención de Putin de “preparar” al país para un aumento de las hostilidades tanto con Washington como con otros aliados de este último.
Es así como otro despliegue de tropas aparece en un primer plano, teniendo en cuenta la dependencia y/o incidencia que ha supuesto la guerra para la economía. No obstante, Moscú asegura que, de momento, no hay proyección para poner en marcha otra movilización como la anunciada hace algunos meses. De cualquier forma, los planes no se han desviado del objetivo inicial.
“Putin está decepcionado por como van las cosas, pero no está listo para abandonar sus objetivos”, señaló la consultora política y fundadora de R. Politik Tatiana Stanovaya. “Simplemente, significa que la ruta será más larga, más sangrienta y peor para todos”, recogió Bloomberg.
Por su lado, ese portal también recogió las palabras del jefe del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia fundado por el Kremlin, Andrey Kortunov. “A menos que algo cambie, nos enfrentamos a una guerra de desgaste como la Primera Guerra Mundial, que podría durar mucho tiempo porque ambas partes creen que el tiempo está de su lado (...) Putin está seguro de que Occidente o Ucrania se cansarán”.