El asesinato de la colombiana Ana María Serrano, estudiante de medicina en México y sobrina del exministro José Manuel Restrepo, ha consternado a ambas naciones, especialmente a su madre, Ximena Céspedes, quien compartió información relevante a SEMANA sobre la relación que tenía su hija con Allan Gil, principal sospechoso de haber cometido el feminicidio.

En diálogo con SEMANA, Céspedes enfatizó en que la causa del rompimiento de la pareja se dio por el futuro profesional que tendría Gil en Alemania, al expresar que “ellos terminaron como en junio; yo entendía que se estaba cerrando el ciclo. Él se iba para Alemania a estudiar la carrera, entonces no tenía mucho sentido que siguieran su relación. Él comenzó a mandarle regalos, a escribirle que por favor regresaran, si se veían él le lloraba, pasaba algunas veces por la casa. Uno lo que piensa es que el pobre niño tenía el corazón roto”.

La colombiana Ana María Serrano Céspedes fue víctima de feminicidio en México. | Foto: Foto tomada de redes sociales @jrestrp

No obstante, el hombre continúo insistiéndole a la joven que regresaran durante varios meses, pero ante la negativa de esta, los mensajes comenzaron a ser más intimidantes y agresivos. Asimismo, la madre de Serrano enfatizó en que cuando Gil se enteró que Ana María estaba saliendo con otra persona, los mensajes se tornaron más agresivos, ya que, según él, la joven era de su propiedad.

Confirmación de la causa de muerte desestima suicidio

Según las últimas investigaciones suministradas por el diario Milenio, las autoridades mexicanas, a través de una unidad de criminalística especializada con violencia de género, confirmaron que el 12 de septiembre “la víctima falleció por asfixia mecánica debido a la compresión extrínseca del cuello”. Dada esta conclusión forense, se eliminó el suicidio como causa de muerte de Serrano y asimismo se rotuló el crimen como feminicidio.

De igual manera, los investigadores precisaron: “En el cuello de la víctima se observó un surco cutáneo producto de la acción propia de un agente constrictor de consistencia dura y áspera”, por lo cual, el rumbo del esclarecimiento de la muerte de la joven de 18 años estará dictado por lo que Allan Gil, principal sospechoso, declare ante las autoridades.

Por otro lado, el medio mexicano aseveró que durante el 14 y 15 de septiembre, los expertos recolectaron algunas pruebas, las cuales validarían aun más que la muerte de la menor obedece a un feminicidio, ya que “un cubrebocas de color negro y una gorra azul marino” fueron encontrados en la escena del crimen, los cuales pertenecerían al homicida. Estos elementos serán sometidos a pruebas de luminiscencia y dactiloscopia.

La Policía mexicana investiga con celeridad la muerte de la colombiana en territorio azteca. | Foto: Artur Widak/NurPhoto

Por otro lado, las cámaras de vigilancia cerca del lugar de los hechos también serían de gran ayuda para poder demostrar la culpabilidad de Allan Gil, ya que algunos movimientos captados en video podrían apoyar la hipótesis de violencia de género a la que fue sometida Ana María.

La familia responsabiliza al exnovio de la menor

Ximena Céspedes, la madre de la menor, es quien ha tomado el liderazgo para que este hecho no quede en la impunidad, por lo cual ha recibido el apoyo de familiares y allegados con el fin de que la justicia mexicana actúe con celeridad en este caso.

Céspedes, quien también se desempeña como presidenta del Comité de Comunicación Interna de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), reveló más detalles en exclusiva a SEMANA, en donde relató lo que sucedió el día del feminicidio: “Ella estaba estudiando normalmente, nosotros le hablamos, no estábamos en casa con ella, siempre hablamos alrededor de las 6:00 de la tarde, le escribimos y no nos contestó, Después mandó un mensaje como extraño, el cual decía: ‘Me das tantito’. Ahí mismo llamé al vecino, él fue a la casa y ahí la encontró sin vida”.

El exnovio de la joven es el principal sospechoso del feminicidio. | Foto: Twitter: @GlodeJo07/Suministrada a SEMANA

La madre precisó que el léxico del mensaje que recibió no era el que utilizaba su hija, por lo que sospechó que ella no fue quien escribió ese mensaje. De igual manera, la familia de la joven no tiene en la mira a más sospechosos que a Allan Gil, pues, según relató en SEMANA la madre, “ellos llevaban una relación de año y medio, ya desde junio habían terminado. Él le llamaba mucho, le mandaba muchos mensajes. La acosaba bastante, le rogaba que regresaran. Parece que a partir del domingo pasado comenzó ya a amenazarla”.