El pasado 5 de septiembre, un estudiante de 14 años abrió fuego en una escuela secundaria de Georgia y mató a cuatro personas obligando a los alumnos a refugiarse en sus salones, y más tarde en el campo de fútbol americano, mientras la Policía rodeaba el campus y los padres llegaban corriendo para averiguar si sus hijos estaban a salvo.
Los muertos fueron identificados como dos estudiantes y dos profesores de la secundaria Apalachee, en la ciudad de Winder, a una hora de distancia en carro desde Atlanta. Dos guardas de seguridad de la escuela se encontraron con el tirador minutos después de que se emitiese el aviso.
En medio del desespero de los padres de familia en saber cuál era la realidad que se vivía en el campus, varios de ellos decidieron llamar al 911, la línea de emergencia nacional, para que les pudieran dar más información sobre sus hijos y la situación de un tirador activo dentro de la escuela secundaria.
Según Fox News, la línea 911 del condado de Barrow se inundó de llamadas telefónicas alrededor de las 10:20 a. m. y muchas personas recibieron un mensaje automático explicando que había un “alto volumen de llamadas”.
La Policía publicó en las últimas horas las llamadas telefónicas al 911 que fueron respondidas por el centro de emergencias, pero algunas de ellas llegaron al vecino condado de Gwinnett.
“Mi hija me llama llorando. Alguien dice ‘bum, bum, bum, bum’”, dijo una madre desesperada, mientras la operadora del 911 le responde: “Señora, tenemos oficiales allí, ¿de acuerdo?”, la madre responde preocupada: “Oh, sí, por favor, en Apalachee High School”.
Hubo un momento en que la Policía del condado de Gwinnett alerta a Barrow sobre un alto número de llamadas pidiendo información sobre el hecho: “Hola, Barrow, aquí Gwinnett, tenemos una persona en la línea que dijo que recibió una llamada de su novia avisándole sobre un tirador activo en Apalachee High School”, a lo que la Policía del condado de Barrow le responde: “Tengo unidades en la escena allí, no puedo confirmar ni negar lo que está sucediendo allí”.
La persona que hizo la llamada aseguró que había estado enviando mensajes de texto a su novia, quien se hallaba dentro de la escuela, ocultándose de los disparos. Finalmente, ella fue evacuada del centro educativo.
Además, la escuela primaria Yargo y la escuela secundaria Haymon-Morris, ubicadas cerca, también permanecieron cerradas. Los padres se dirigieron en gran número al centro de llamadas del 911.
En otro audio se puede escuchar claramente a un padre preguntar por la situación en la escuela: “Señor, mi hija va a la escuela al lado de Apalachee. ¿Hay un tirador en la escuela?”, a lo que la Policía le responde vía telefónica: “Tenemos una situación activa en la escuela secundaria Apalachee en este momento. Tenemos muchas llamadas entrantes”.
Los estudiantes de la escuela secundaria Apalachee escribieron mensajes de texto o llamaron a sus padres para informarles lo que ocurría y enviar lo que pensaron que podría ser su última comunicación. Una estudiante mandó un mensaje de texto a su madre para decirle que la amaba y agregó: “Lamento no ser la mejor hija”.
Las medidas para la restricción del uso de móviles en las escuelas son resultado de las preocupaciones sobre el impacto que el tiempo frente a la pantalla tiene en la salud mental de los niños y quejas de los maestros respecto a que los celulares se han convertido en una distracción constante en el aula.
Pero quienes se oponen a las prohibiciones dicen que significan cortar una línea vital que tienen los padres para asegurarse de que sus hijos están seguros