La Nasa y la compañía privada SpaceX, en una misión conjunta, enviarían a los astronautas Doug Hurley y Bob Behnken a la Estación Espacial Internacional (EEI), pero la misión fue suspendida por malas condiciones climáticas. "Lamentablemente no vamos a hacer un lanzamiento hoy", dijo Mike Taylor, director de Lanzamiento de SpaceX, a los astronautas de la Nasa (Doug Hurley y Bob Behnken), agregando que el clima no mejoraría hasta diez minutos después de la hora programada para el despegue.
"Fue un gran esfuerzo de equipo, lo entendemos", respondió Hurley, quien llevaba dentro de la nave dos horas junto a Behnken. El próximo intento tendrá lugar el sábado a las 3:22 p. m. (hora local) Según el monitoreo del clima, el tiempo mejoraría 10 minutos después de la hora señalada para el lanzamiento, según SpaceX, pero el cohete estaba obligado a despegar exactamente a las 4:33 p. m. y no podía esperar, pues debe compatibilizar la trayectoria de la cápsula y la de la Estación Espacial Internacional, que está en órbita alrededor de la Tierra y a la que los astronautas deben llegar en esta misión de demostración. Los tripulantes de la misión, Hurley (de 53 años) y Behnken (de 49) han viajado dos veces en transbordadores. Desde la cápsula Dragon de SpaceX han compartido en redes sociales estar preparados para la primera misión espacial tripulada que parte desde suelo estadounidense en nueve años, que se da a pesar de la pandemia de coronavirus. La Nasa siguió adelante con el lanzamiento y pidió al público quedarse en casa para reducir el riesgo de contagios. Sin embargo, los turistas y entusiastas que habían arribado a presenciar el espectáculo ocupaban las playas cercanas. "Tomamos todas las precauciones para ver este evento monumental", dijo Kyle Rodríguez, un ingeniero especializado en robots que vino con su esposa el lunes desde San Francisco. "Los boletos (de avión) no eran caros". Space Exploration Technologies Corp. (SpaceX), fundada con la determinación de cambiar las reglas del juego de la industria aeroespacial, se ganó poco a poco la confianza de la agencia espacial más grande del mundo. En 2012 se convirtió en la primera empresa privada en acoplar una cápsula de carga a la EEI. Dos años después, la Nasa le pidió que adaptara la cápsula Dragon para poder transportar astronautas. "Si sale mal, será mi culpa", dijo Elon Musk el miércoles a la cadena de televisión CBS.
La agencia espacial ha pagado más de 3.000 millones de dólares a SpaceX para diseñar, construir, probar y operar su cápsula, y hacer seis viajes espaciales de ida y vuelta. El desarrollo experimentó retrasos, explosiones, problemas de paracaídas, pero SpaceX venció al gigante Boeing, al que la Nasa también pagó para hacer una cápsula, la Starliner, que aún no está lista. La inversión, decidida durante las presidencias de George W. Bush para el envío de carga y Barack Obama para el envío de astronautas al espacio, se considera fructífera en comparación con las decenas de miles de millones que costaron los sistemas anteriores desarrollados por la Nasa.