En 1973, Chile vio cómo caía derrocado el Gobierno de Salvador Allende de la mano de un general, Augusto Pinochet, que terminaría instaurando una dictadura de la que el país sudamericano no pudo librarse hasta 1990.
Medio siglo después, Chile vuelve a tener un presidente de izquierdas, Gabriel Boric, pero a pie de calle la ciudadanía parece cada vez más ajena a unos tiempos dictatoriales de los que aún quedan herencias, como la Constitución.
En el marco de la conmemoración de ese importante hecho para la historia de Chile, decenas de personas con la cara cubierta han participado en la “gran marcha por los derechos humanos” que se tenía previsto para el día de hoy domingo 10 de septiembre.
La manifestación ha sido convocada a metros del Palacio de la Moneda en Santiago, empezando con duros enfrentamientos con los carabineros (Policía) de la ciudad. La concentración inició en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) donde familiares de los detenidos, desaparecidos y ejecutados en la dictadura participaron en la marcha.
Desde la Prefectura Central de Carabineros informaron sobre enfrentamientos de encapuchados en contra de uniformados en Alameda con Lord Cochrane, se trata de personas que han intentado saquear diferentes mercados mientras se aproximaban al Cementerio Central.
La marcha de la Romería que también se realiza todos los años previo al 11 de septiembre en el marco de la conmemoración del Golpe de Estado terminó en desmanes por parte de 50 sujetos que se unieron al recorrido y generaron incidentes.
En distintos videos se puede ver a algunos encapuchados lanzaron piedras y rompieron ventanas en el Palacio de la Moneda, disturbios que según el diario La Tercera, llegaron hasta la famosa Avenida La Paz.
Algunos de los dueños de los mercados en la zona de las protestas decidieron defenderse y se enfrentaron a los encapuchados que habían armado bombas molotov y atacaron a los policías que intentaron contener a los manifestantes que siguieron agrediendo a la fuerza pública al llegar al Cementerio General.
Según el diario local, hasta el momento hay tres personas detenidas, todas mayores de edad y la institución policial, en tanto, está registrando algunos de los funcionarios que resultaron lesionados y un perro que hace parte del equipo de carabineros.
Ataque al Mausoleo de Carabineros
Los manifestantes que atacaron los establecimientos comerciales y participaron en la marcha también atacaron y pintaron con grafitis el Mausoleo de Carabineros donde rompieron gran parte de la zona donde se encuentran las tumbas donde se encuentran los restos de los policías.
En el video se puede ver los daños ocasionados a las instalaciones del mausoleo y decenas de mensajes escritos en las paredes dentro y fuera del recinto, donde también rompieron algunas placas de identidad de las tumbas.
Según el informe previo de carabineros, al lugar de la marcha asistieron aproximadamente 2.000 personas y se catalogó en alto el nivel de alteración del orden público. El grupo de individuos vandalizó el Mausoleo institucional en el Cementerio General y robó la placa ubicada en aquel lugar.
La marcha fue convocada por las asociaciones de familiares de detenidos de desaparecidos y de ejecutados políticos y otras de derechos humanos para recordar a las personas que, 50 años después, siguen desaparecidas.
De acuerdo con el reciente Plan Nacional de Búsqueda lanzado por el Gobierno del presidente Boric son 1.162 personas a las que se sigue buscando y que fueron desaparecidas durante la dictadura.
Polarización Política
La polarización en Chile se hace, por tanto, evidente en la política y también a pie de calle. Tal es así, que siete de cada diez personas entrevistadas por Pulso Ciudadano creen que conmemorar el golpe de Estado sólo sirve para dividir a los chilenos y menos de un 15 por ciento creen que puede ser una oportunidad para avanzar hacia la unidad.
Tampoco ayuda que el 56,5 % de los ciudadanos directamente se muestren poco o nada interesados en el acontecimiento, que reunirá en Chile a líderes internacionales como el argentino Alberto Fernández, el colombiano Gustavo Petro o el mexicano Andrés Manuel López Obrador. Entre los invitados confirmados por el Ministerio de Exteriores chileno figura, además, el expresidente del Gobierno español, Felipe González.
Boric ha recalcado que el golpe de Estado de 1973 “no era inevitable”, que “en política siempre hay alternativas”, y ha abogado por la no repetición. Más del 36 % de la población creen que Chile puede vivir de nuevo un golpe de Estado contra un gobierno democrático.
*Con información de Europa Press y AP