El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió este jueves que la variante del coronavirus ómicron “se va a propagar mucho más rápidamente” en Estados Unidos y urgió a la población a vacunarse o a recibir la dosis de refuerzo.

“La única protección real es recibir la inyección”, dijo, y pronosticó “un invierno de enfermedad grave y muerte” para los no vacunados.

Biden reunió a los periodistas al final de una reunión sobre la pandemia para enviar un mensaje directamente a los estadounidenses.

Hizo énfasis en la importancia de que las personas vacunadas reciban un refuerzo y que las que aún no se hayan vacunado reciban su primera dosis.

Poco antes, la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, había sugerido que la administración no tenía la intención de tomar medidas restrictivas específicas por el momento y que se centraría en cambio en la vacunación.

“Las herramientas que tenemos, sabemos que están funcionando”, indicó. Asimismo, agregó que “simplemente vamos a seguir avanzando (...) para vacunar y poner refuerzos a los estadounidenses”.

Los ministros de salud de los países del G7 pidieron el jueves la cooperación internacional frente a la variante ómicron, a la que llamaron la “mayor amenaza actual para la salud pública mundial”.

El brote vinculado a la nueva variante se ha extendido a nivel mundial y más países europeos están implementando restricciones de viaje.

Estados Unidos, el país más afectado del mundo, actualmente tiene un promedio de 1.150 muertes por covid-19 diarias, según cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

¿‘Hermana’ de ómicron?

La nueva variante de la covid-19, conocida como ómicron, lleva más de un mes siendo tema de conversación entre la opinión pública y los expertos sanitarios, debido a que ha sido considerada por la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) como “preocupante”.

Su alto número de mutaciones en la proteína Spike la han convertido en una de las variaciones más contagiosas del nuevo coronavirus, situación que, por supuesto, ha llamado la atención de la mayoría de los gobiernos en el mundo.

Sin embargo, cuando el mundo apenas está intentando asimilar lo ocurrido (y lo que podrá ocurrir) con ómicron, un grupo de investigadores aseguró que hay una variante alterna que, aunque es del mismo linaje de ómicron, no es exactamente esta variación.

De acuerdo con lo explicado por el Instituto de Genética del University College de Londres, en Reino Unido, a The Guardian, la diferencia entre ambas variaciones tiene que ver con su genoma, especialmente con una mutación particular en el llamado gen S. Este detalle es muy importante para los expertos, pues, según explican, es la razón para considerar a la cepa BA.2 (como se ha denominado la nueva variante) como una de las más sigilosas que se han presentado.

Al no contar con la mutación citada, es mucho más complicado que las pruebas PCR puedan detectar exitosamente el virus en el cuerpo del paciente que lo posee. De esta forma, en pocas palabras se puede establecer que entre menos detectable es la variante, más peligro de contagio representa, aun cuando una persona infectada haya cumplido con su deber de practicarse la respectiva prueba para la detección del SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad por covid-19.

“De manera informal, algunos investigadores están llamando a la nueva variante ‘ómicron sigiloso’ porque carece de la eliminación que permite que las pruebas de PCR lo detecten”, agregó The Guardian.

Incluso con todo esto, los científicos a cargo del descubrimiento aseguraron que aún “no hay nada que temer”, teniendo en cuenta que por el momento son muy escasos los estudios para poder determinar si esta variación representa o no un verdadero problema a las vacunas existentes hoy en día.

Por el momento, la mayoría de los países en el mundo siguen pendientes de ómicron y de conocer si es necesario alertarse como lo han hecho con otras variaciones, o si, por el contrario, podría convertirse en la variante que daría fin a la pandemia.