La carrera por conquistar el espacio avanza a un ritmo desenfrenado y día a día se conocen más detalles de cómo es la vida de los astronautas que trabajan en diferentes misiones desde la Estación Espacial Internacional.
En YouTube, varios miembros de estas tripulaciones han compartido videos bastante didácticos sobre eventos de su vida cotidiana, y allí dejan ver cómo comen, trabajan, duermen y hasta cómo van al baño, actividades que por la falta de gravedad se vuelven complicadas y que requieren de un entrenamiento especial.
Pese a toda la información que han recopilado los astronautas sobre el comportamiento de sus cuerpos en el espacio exterior, muy poco se ha hablado sobre cómo sería tener sexo fuera del planeta Tierra, un tema que, si bien no es tabú, sí ha sido olvidado por las misiones espaciales.
El medio español La Sexta puso sus ojos sobre esa inquietud de muchos curiosos y encontró algunas razones que indican la poca relevancia que se le ha dado a esta inquietud.
En su análisis, el portal recogió una entrevista que el astronauta Matthias Maurer entregó al medio alemán DW, quien dejó claro un aspecto bastante importante a la hora de querer abordar el tema del sexo en el espacio.
“No hemos hablado de esto, porque es un ambiente profesional”, fue la respuesta tajante de Maurer.
Y es que es claro que los astronautas que viajan a la Estación Espacial Internacional lo hacen en un rol netamente laboral y no experimentan relaciones amorosas mientras están en órbita, por lo que no se ha contemplado, hasta el momento, experimentos de este tipo.
Sin embargo, DW aseguró que por el momento lo único que se ha hecho es estudiar cómo se dan relaciones sexuales entre animales, en el espacio.
Es clave señalar que los astronautas, mientras están fuera del planeta, experimentan fuertes cambios hormonales que tienen que ver, entre otras cosas, con la disminución de estrógenos, lo que provoca disminución del deseo sexual.
En ese sentido, Paul Root Wolpe, un extrabajador de la Nasa, le dijo a DW que es necesario empezar a contemplar ese tipo de experimentos ante la posibilidad de que los vuelos espaciales comiencen a ser más largos.
“Necesitamos saber más sobre la sexualidad en el espacio si nos tomamos en serio los vuelos espaciales de larga duración”, expresó Wolpe a DW.
Sobre cómo sería tener sexo en el espacio, La Sexta trató de describir cómo sería un encuentro de este tipo, sin gravedad. En su relato aclaran que sería bastante difícil, porque las personas flotarían de manera constante, lo que provocaría un esfuerzo adicional y cansancio extra.
En medio de su descripción, el medio aclaró que las paredes de la Estación Espacial Internacional están forradas con velcro para facilitar el trabajo de los astronautas que necesitan estar quietos durante sus labores. Este aspecto facilitaría la relación sexual entre los astronautas; sin embargo, sigue siendo un terreno poco explorado por quienes han visitado el espacio y que amerita una mayor investigación.
Entre tanto, la Nasa declaró el pasado 30 de septiembre que volverá a tratar de lanzar su megacohete hacia la Luna en noviembre, sin anunciar una fecha precisa para el muy retrasado despegue de la misión Artemis 1.
La agencia espacial estadounidense anunció prepararse para el “despegue de Artemis 1 en el período de lanzamiento, que se abre el 12 de noviembre y se cierra el 27 de noviembre”.
“En los días que vienen”, funcionarios “identificarán una fecha específica para el próximo intento de despegue”, señaló en un blog.
Hasta el momento la agencia no había cerrado por completo la puerta a una tentativa en octubre.
Pero el cohete SLS, el más poderoso construido por la Nasa, debió ser resguardado en su edificio de ensamblaje, en el centro espacial Kennedy, del huracán Ian, que devastó algunas zonas de Florida. El cohete no recibió “ningún daño”, precisó la agencia espacial.