Un terremoto de magnitud 6,1 sacudió la región de Tokio este jueves por la noche, según informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).

El epicentro del terremoto, ocurrido a las 22H41 locales (13H41 GMT), se situó a 80 kilómetros de profundidad en el departamento de Chiba (al este de la capital), señala la agencia.

Por el momento, no se tiene constancia de daños e información preliminar indica que no hay riesgo de tsunami.

La cadena CNN reportó cómo varios de sus corresponsales sintieron este fuerte movimiento telúrico: “Tenemos una aplicación de alerta de seguridad en nuestros teléfonos. Comenzó a sonar momentos antes del temblor diciendo ‘se acerca un terremoto’. El temblor fue realmente fuerte. Sonaba y sentía que nuestra casa se iba a derrumbar. Se cayeron marcos de fotos, vasos y platos. Definitivamente hizo que el corazón latiera con fuerza”, señaló un periodista a ese medio.

Entretanto, en Twitter se han conocido varios videos que registran el fuerte temblor.

Justamente este jueves, al menos 20 personas murieron y más de 200 resultaron heridas en un terremoto de 5,9 grados que estremeció el sur de Pakistán en la madrugada del jueves, causando el derrumbe de techos y muros cuando la gente todavía dormía.

El sismo, ocurrido a poca profundidad en la provincia sureña de Balochistán, repercutió en al menos seis ciudades y otros poblados, pero el área más afectada fue la remota ciudad montañosa de Harnai.

En una aldea de ese distrito, con pocos caminos pavimentados y escasa infraestructura eléctrica, la sacudida despertó al granjero Rafiullah, que trataba de poner a salvo a sus hijos cuando el techo de su casa se derrumbó y lo dejó inconsciente.

“Cuando recuperé la consciencia, saqué a dos de mis hijos, pero el más joven”, de apenas un año, “ya había muerto”, lamentaba este joven padre, agazapado y compungido junto al cadáver de su bebé, cubierto por una manta.

Muchas de las víctimas murieron por el derrumbe de techos y muros en este terremoto, que también causó apagones que obligaron a los rescatistas a usar linternas para atender a los heridos.

Los mismos lugareños trataban de apartar los escombros de color ocre en los que se habían convertido sus casas. Niños con vendajes y caras manchadas sentados en camillas guardaban un silencio roto por las ambulancias y los helicópteros.

“Estamos recibiendo información de que 20 personas murieron por el terremoto”, indicó el ministro provincial del Interior, Mir Zia ullah Langau, agregando que “cientos de casas de barro fueron dañadas”.

Una mujer y seis niños figuran entre los 20 muertos, indicó a AFP Suhail Anwar Hashmi, alto cargo del gobierno provincial, quien agregó que “más de 200 personas resultaron heridas”. “Fue un terremoto fuerte. La sacudida fue muy potente”, dijo Zaman Shah a AFP en Harnai.

“Mientras corríamos para salvar nuestras vidas, alguna gente cayó (...) Nuestras casas están dañadas y también se han perdido vidas”, añadió.

El primer ministro Imran Khan dijo que había ordenado “asistencia inmediata de emergencia” a la región afectada.

Helicópteros del ejército estaban ayudando en la evacuación de heridos desde zonas aisladas hasta Quetta, la ciudad más cercana. También se movilizaron cuadrillas para limpiar de escombros las carreteras que llevaban a Harnai.

Además se envió un equipo de rescate a una mina de carbón donde unos 15 operarios quedaron atrapados bajo tierra. En Pakistán es habitual que los mineros trabajen de noche porque las temperaturas son más bajas.

Naseer Nasar, jefe de la autoridad provincial de Manejo de Desastres de Balochistán, advirtió que la cifra de víctimas podía subir.