Afirmación: Rusia utiliza el hambre como arma en la guerra contra Ucrania. “No hay duda de que los alimentos, en muchas diferentes facetas, son utilizados como armas de guerra”, dice el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), David Beasley.

DW Verifica: correcto.

Desde el estallido de la guerra de Ucrania, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, alerta sobre una crisis alimentaria mundial. En una entrevista con el canal estadounidense CBS, en el programa “Face the Nation”, respondió con un “sí”, el 17 de abril, a la pregunta de si Putin usa el hambre como arma de guerra y señaló: “No hay duda de que los alimentos, en muchas diferentes facetas, son utilizados como arma de guerra”.

En la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el 19 de mayo, David Beasley advirtió: “El hecho de no abrir puertos en la región de Odessa es una declaración de guerra a la seguridad alimentaria mundial y provocará hambrunas, disturbios y desplazamientos a nivel global”.

El congelamiento temporal de las exportaciones de cereales por parte de Rusia está agravando aún más la situación. El mayor exportador de trigo del mundo suspendió las exportaciones de cereales desde finales de marzo hasta finales de junio. Al describir las exportaciones de alimentos como un “arma silenciosa”, el expresidente ruso Dmitri Medvédev confirmó indirectamente la acusación de Beasley. “La seguridad alimentaria de muchos países depende de nuestras entregas”, escribió el 1 de abril en su canal de Telegram. “Resulta que nuestra comida es nuestra arma silenciosa. Silenciosa, pero poderosa”.

Per Brodersen, gerente general del grupo de trabajo de Economía Agrícola, en el Comité Alemán de Relaciones Económicas con Europa del Este, acusa a Moscú de usar deliberadamente esa “arma”: “La incertidumbre está haciendo subir los precios”, explica en entrevista con DW. “Los países que atesoran granos pueden venderlos más tarde a un precio más alto”.

Afirmación: “No es Rusia la que se niega a abrir ‘puertos ucranianos’, sino que es Ucrania la que se niega a retirar las minas de los puertos para garantizar una salida segura de los barcos”, dice el embajador ruso ante la ONU, Dmitry Polyanskiy.

DW verifica: no confirmable.

La guerra en Ucrania ha llevado al cierre de puertos importantes en el Mar Negro y en el Mar de Azov, y, con ello, a una drástica caída de las exportaciones de cereales desde Ucrania. En comunicados a la Organización Marítima Internacional (IMO), Ucrania y Rusia se culpan mutuamente de colocar minas en el mar, paralizando el transporte marítimo internacional. El Ministerio de Infraestructura de Ucrania ordenó cerrar por decreto los puertos de Berdiansk, Jersón, Mariúpol y Skadovsk, debido a la falta de seguridad.

El embajador ruso ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, comentó al respecto en Twitter: “¡Qué hipocresía! No es Rusia la que se niega a abrir ‘puertos ucranianos’, sino que es Ucrania la que se niega a retirar las minas de los puertos”.

En un informe de la agencia noticiosa AFP, publicado el 20 de mayo por el diario Moscow Times, un portavoz del Ejército francés parte de que tanto Rusia como Ucrania han colocado minas en el Mar Negro y en la cuenca portuaria.

¿Tienen las sanciones la culpa del aumento del precio de los cereales?

Afirmación: “La interrupción de las cadenas comerciales, financieras y logísticas, que tuvo como resultado el incremento de los precios de los alimentos, es una consecuencia directa de la implementación sin sentido de restricciones unilaterales antirrusas y de las amenazas de una mayor presión por medio de sanciones contra Rusia”, dijo Maria Sajárova, portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, durante una conferencia de prensa en Moscú, el 18 de mayo.

DW verifica: falso.

Sajárova acusa a Occidente de “difundir mentiras”, y explica que Rusia no es responsable de la escasez de alimentos a nivel mundial. Ya a mediados de 2020, el director ejecutivo del PMA, Beasley, alertó del peligro de una “hambruna bíblica”, según Sajárova. “Las sanciones occidentales conta Rusia han reforzado aún más esa tendencia”.

La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, califica las acusaciones del Kremlin de “campaña de desinformación”, y volvió a aclarar durante el encuentro de ministros de Exteriores del G7 a mediados de mayo, en Berlín, que “no hay ningún tipo de sanciones contra los cereales ni contra la ayuda humanitaria”.

Eso fue confirmado también por el Programa Mundial de Alimentos: “Las exportaciones de alimentos de Rusia no están sancionadas”, explicó el portavoz de esa organización, Martin Rentsch, a DW. Sin embargo, “no es rentable comprarlos de allí porque los precios son altos y hay obstáculos administrativos”.

La asociación de exportadores de granos con sede en Rusia, Rusgrain Union, que ―según informa― es respaldada por el Ministerio ruso de Agricultura, lo reitera: “Enfatizamos que las sanciones y el control de las exportaciones contra Rusia no afectan ni afectarán las exportaciones de alimentos y productos agrícolas esenciales para los países en desarrollo”, reza un tuit de la asociación.

¿Se puede sustituir el grano ucraniano?

Afirmación: “La noticia positiva es que otros proveedores pueden actuar. Aparentemente, la brecha puede equilibrarse”, afirma Per Brodersen, gerente general del grupo de trabajo de Economía Agrícola, en el Comité Alemán de Relaciones Económicas con Europa del Este.

DW Verifica: correcto.

Ucrania es uno de los mayores productores y exportadores de cereales y aceites del mundo. Ante el aumento de los precios de los alimentos y el desplome de las exportaciones ucranianas, crece el temor al hambre en los países más pobres. Por ello, el Programa Mundial de Alimentos busca nuevos proveedores.

“Los precios del mercado mundial también nos causan problemas y aumentan los costos de nuestras operaciones”, explica a DW el portavoz del PMA, Martin Rentsch. “Ucrania era nuestra mayor fuente de alimentos en términos de volumen. Pero podemos encontrar otras fuentes de suministro, por ejemplo, en la India o Canadá”.

El Instituto Leibniz para el Desarrollo Agrícola de las Economías en Transición (IAMO, por sus siglas en alemán) también parte de la base de que “las exportaciones adicionales de otras regiones, como la India, Estados Unidos y Australia, probablemente compensarán en gran medida el menor suministro de Rusia y Ucrania”, según escribe el director del IAMO, Thomas Glauben.

Para Per Brodersen, del Comité Alemán de Relaciones Económicas con Europa del Este, se trata de una noticia positiva en este “triste escenario”: “Aparentemente, la brecha puede equilibrarse”, afirma. “Otros proveedores pueden actuar”.

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