El desprecio del que es objeto Lucy Letby por toda la sociedad del Reino Unido no dejará de perseguirla en la cárcel: fue condenada a cadena perpetua por haber dado muerte a 7 bebés, en el ejercicio de su trabajo como enfermera.
Así se lo señalaron expertos a The Times, un día después de que se conociera la sentencia que la convirtió en una de las cuatro mujeres que ha recibido esta pena en el país.
Aunque todavía no es claro el sitio en que cumplirá con la dura sentencia, dijo el diario: “Es claro que Letby permanecerá en una cárcel de máxima seguridad al lado de los criminales más peligrosos de las islas”.
El diario señalo además que, a pesar de sus horrendos crímenes, el Estado destinará más fondos que los que gasta habitualmente en un preso, dadas las especiales circunstancias de esta interna.
En principio, estará internada en el ala hospitalaria de la cárcel, donde se evaluará su salud física y mental.
El objetivo de ello también es mantenerla más segura de las demás presas, antes de que se le asigne una celda.
No obstante, los especialistas le explicaron al periódico que la animadversión de sus compañeros en el penal es algo con lo que tendrá que acostumbrarse a vivir por el resto de sus días.
Tania Bassett, jefe de prensa de Napo, una organización sindical que agrupa a profesionales que trabajan en tribunales de libertad condicional, explicó que, por eso, Letby estará segregada de las demás internas, que siempre representarán un peligro para ella.
“El infanticidio puede suscitar muchas emociones fuertes”, dijo Bassett, antes de exponer cómo eso se agrava si se tiene en cuenta que la enfermera alternará con muchas presas que no pueden ver a sus hijos.
“Ser conocida como asesina de niños la pondrá en riesgo ante la gran mayoría de las mujeres en custodia, así que pasará mucho de su sentencia sola. Los custodios de la cárcel serán las únicas personas con las que tendrá contacto”, explicó Bassett.
Letby, quien también intentó acabar con las vidas de otros seis niños, pero no lo consiguió, “tendrá que hacer sus comidas y ejercicios apartada, lo cual le demandará a la cárcel hacer un esfuerzo intensivo en cuando a destinación de recursos materiales y humanos”, comentó, debido a que siempre necesitará estar escoltada no por una sino por varias vigilantes debido a los peligros a que se verá expuesta siempre.
A ello se le agrega que la cárcel tendrá que esforzarse por mantenerla a salvo de sus posibles desbarajustes emocionales, que podrían llevarla a atentar contra su propia vida.
“Todo condenado por asesinato es puesto automáticamente en prevención de suicidio, y ella estará en fuerte riesgo de ello debido a que la falta de interacción social puede incrementar esas emociones negativas. El Servicio de Prisiones evitará a toda costa que ella cometa suicidio, porque ello desatará cuestionamientos sobre por qué no estaba siendo vigilada convenientemente”, señaló la experta.
En cuanto a otras condiciones de su reclusión, Bassett explicó que no podrá ver televisión, pero sí leer noticias sobre su caso en la prensa, y ya debe tener en su poder la sentencia del juez que marcó su vida.
A la pregunta de cuánto tiempo estará segregada de las demás presas, la especialista respondió que eso depende de qué tan fuertes sean las emociones que las mujeres desarrollen sobre ella, “pero es posible que ello se prolongue por un largo tiempo”.
Debido al alto perfil que ha cobrado el caso por ser las víctimas siete niños, muchos se preguntan cuánto le costará a los contribuyentes sostener a la mujer en prisión durante su cadena.
Al respecto, Bassett dijo que es una cuestión que poco se investiga, dado que es una sentencia poco frecuente. “Ella estará más que el personal y que los demás prisioneras, quienes entrarán y saldrán durante el tiempo que viva. En sí mismo, es una cosa abrumadora, que tendrá un gran impacto”, concluyó Tania Bassett.