La Tierra se encuentra actualmente en medio de una extinción masiva, perdiendo miles de especies cada año. Una nueva investigación sugiere que los cambios ambientales causaron el primer evento de este tipo en la historia, que ocurrió millones de años antes de lo que los científicos pensaban anteriormente.
Desde la extinción del Ordovícico-Silúrico hasta la extinción del Cretácico-Paleógeno, estos eventos catastróficos han tenido un impacto significativo en las especies que habitan la Tierra.
La mayoría de los dinosaurios desaparecieron hace 66 millones de años, al final del período Cretácico. Antes de eso, la mayoría de las criaturas de la Tierra desaparecieron entre los períodos Pérmico y Triásico, hace aproximadamente 252 millones de años.
Sin embargo, un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de California Riverside y Virginia Tech descubrió un posible séptimo evento de extinción masiva que ocurrió hace 550 millones de años durante el período Ediacara. Se cree que este evento acabó con alrededor del 80 % de las criaturas ediacáricas, dejando un vacío en el registro fósil que ha desconcertado a los científicos durante años.
A diferencia de eventos posteriores, este más temprano fue más difícil de documentar porque las criaturas que perecieron tenían cuerpos blandos y no se conservaron bien en el registro fósil.
“Sospechábamos tal evento, pero para probarlo tuvimos que reunir una base de datos masiva de evidencia”, dijo Rachel Surprenant, paleoecóloga de la UCR y coautora del estudio.
Se cree que la principal causa de esta supuesta extinción es la pérdida de oxígeno en los océanos, creando un ambiente hostil para muchas criaturas. Este descubrimiento genera preocupación sobre el estado actual de nuestro planeta y el impacto de las actividades humanas en la biodiversidad.
También rastrearon la relación entre la superficie y el volumen de las criaturas, una medida que sugiere que la disminución de los niveles de oxígeno fue la culpable de las muertes. “Si un organismo tiene una proporción más alta, puede obtener más nutrientes, y los cuerpos de los animales que vivieron en la siguiente era se adaptaron de esta manera”, dijo la paleoecóloga de la UCR Heather McCandless, coautora del estudio.
Aunque no está claro por qué los niveles de oxígeno disminuyeron tan precipitadamente al final de la era, sí está claro que el cambio ambiental puede desestabilizar y destruir la vida en la Tierra en cualquier momento. Estos cambios han impulsado todas las extinciones masivas, incluida la que está ocurriendo actualmente.
“Existe una fuerte correlación entre el éxito de los organismos y, para citar a Carl Sagan, nuestro ‘punto azul pálido’”, dijo Phillip Boan, geólogo de UC Riverside y coautor del estudio, según Riverside News.
Con el aumento de la deforestación, el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos, es crucial que tomemos medidas urgentes para proteger la Tierra y evitar otra extinción masiva. El futuro de nuestro planeta está en nuestras manos y nos corresponde a nosotros decidir si seremos la generación que desencadene la séptima extinción masiva o la generación que salve la biodiversidad para las generaciones futuras, dice el estudio.