El pueblo francés se ha mantenido en contra de las reformas al código pensional impuestas por la administración de Macron. El hecho, que lleva meses prolongándose, ha dejado cientos de toneladas de basuras en las calles y marca un hito social con sede en la Ciudad de las Luces que deja múltiples detenidos por provocar incendios, barricadas y otros desmanes.
Después de que por segunda noche miles de personas se hayan congregado en la parisina Plaza de la Concordia en protesta por el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años aprobado por el Gobierno de Emmanuel Macron, la Policía de París informó que ya ha detenido a 61 personas por su participación en los disturbios.
Los agentes policiales han llevado a cabo las detenciones luego de que encontraran a los señalados vinculados a incendios y daños al mobiliario público, así como a enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad, detalló en un informe la jefatura de la Policía de París que ha recogido la cadena BFTM.
La semana finalizó en la capital francesa con miles de personas congregadas por segunda noche consecutiva en la Plaza de la Concordia, a unos pasos del Parlamento francés, para denunciar el “paso forzado” del Ejecutivo, al hacer uso del artículo 49.3 de la Constitución para la reforma de las pensiones, la cual no había conseguido el apoyo de la Asamblea Nacional.
La Policía se ha tenido que enfrentar directamente con los elementos más radicales de las protestas con ayuda de gases lacrimógenos. Poco después de las 10:00 p. m., los policías realizaron las últimas detenciones y empujaron a los últimos manifestantes hacia el metro para desalojar el lugar.
Las protestas se dan un día después de que el gobierno francés decidiera utilizar el artículo 49.3 de la Constitución, lo que evita someter a votación en la Asamblea Nacional gala la reforma de las pensiones, después de constatar que carecía de la mayoría suficiente para sacar adelante uno de los proyectos estrella del presidente, Emmanuel Macron.
La primera ministra francesa defendió durante una entrevista con la cadena TF1 el jueves la aplicación del artículo 49.3 de la Constitución, asegurando que han trabajado “hasta el último minuto” para obtener una mayoría sobre la reforma de las pensiones.
Asimismo, reconoció que entiende “el gran esfuerzo” que tendrán que hacer los franceses para trabajar “durante dos años más”, aunque ha expresado que “dejar que la gente crea que podemos pagar todo con deuda no es serio”.
Borne también comentó de los abucheos, gritos de dimisión y cánticos de la oposición vividos durante la jornada del jueves en una tensa sesión en la Asamblea Nacional. “Eso refleja que cierto número de grupos de oposición no respeta nuestras instituciones. Algunos quieren el caos”, sentenció.
En tanto, los principales sindicatos de Francia han anunciado una gran jornada de manifestaciones para el próximo jueves 23 de marzo para pedir la retirada total de la reforma.
“Explosión social”
El gobierno está bajo presión. Para los observadores, el uso del artículo 49.3 supuso un “fracaso” y simboliza la “debilidad” de Macron, que se juega con esta reforma su capacidad de actuar durante su segundo mandato.
“El presidente podría salvar los muebles anunciando que la ley será derogada tras esta adopción antidemocrática. Pero no es propio de él escuchar a los franceses”, reza el editorial del diario de izquierda Libération.
Por el momento, la decisión impulsó una contestación en las calles, que había perdido fuerza en los últimos días tras vivirse el 7 de marzo la mayor protesta contra una reforma social en tres décadas con entre 1,28 y 3,5 millones de manifestantes, a llamado de los sindicatos.
*Con información de Europa Press y AFP.