Miles de campesinos e indígenas mantenían bloqueadas el martes las principales rutas de Guatemala en en el segundo día de protestas en reclamo de la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, a quien el presidente electo Bernardo Arévalo acusa de dirigir un golpe de Estado con el fin de que no tome posesión en enero de 2024.
El Comité de Desarrollo Campesino, la organización campesina más grande del país, convocó a sus miembros a bloquear las vías en respuesta al llamado de Arévalo en defensa de la democracia.
Según la Dirección General de Protección y Seguridad Vial hay 14 puntos bloqueados en siete de las principales carreteras del país.
La situación de Guatemala no pasó desapercibida el martes en la Asamblea General de Naciones Unidas que tiene lugar en su sede en Nueva York, Estados Unidos. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo en su discurso que en el país “hay un riesgo de golpe de Estado que prevendría al ganador de la elección democrática tomar el cargo”.
El presidente guatemalteco saliente no habló de la situación nacional, que mantiene su segundo día de protestas, pero sí dijo que a su criterio hubo una “injerencia internacional innecesaria” en las últimas elecciones. Y defendió que, aunque hay quienes piensan que no va a soltar el poder, sí lo entregará en enero.
En la capital varias personas también bloqueaban vías exigiendo la renuncia de la fiscal general luego de que la Fiscalía Especial Contra la Impunidad y los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso —bajo su mando— iniciaron una investigación contra el partido de Arévalo.
Con pancartas, música y consignas los manifestantes pedían la renuncia de los funcionarios bajo la advertencia de que seguirán en las calles hasta que haya respuesta a sus demandas.
El sector empresarial rechazó los bloqueos y dijo que violan los derechos de las personas a transitar libremente.
Las demandas de renuncia se deben a las acciones del Ministerio Público contra el partido Movimiento Semilla que llevó a la presidencia a Arévalo supuestamente por el uso de firmas falsas para su creación.
Arévalo presentó en 2022 una denuncia por el caso de las firmas falsas, pero no fue investigada hasta pasada la primera vuelta electoral el pasado 25 de junio, cuando la fiscalía aceleró la pesquisa contra el partido luego de que Arévalo pasara a la segunda vuelta electoral.
El 20 de agosto Arévalo se enfrentó a la ex primera dama Sandra Torres, quien intentaba llegar a la presidencia por tercera vez, y le ganó por casi el doble de los votos emitidos. La excandidata aún no ha reconocido la derrota y su partido presentó una denuncia por fraude que investiga Curruchiche.
Tras anunciarse que Arévalo ganó la presidencia, el juez Freddy Orellana ordenó allanamientos en sedes del Tribunal Supremo Electoral (TSE) donde se encontraban las papeletas de la elección. Empleados de la fiscalía abrieron las cajas electorales y contaron voto por voto, lo que generó un rechazo casi unánime. La ley solo faculta al TSE y a las Juntas Receptoras de Votos a revisar las boletas.
Tras las acciones, Arévalo suspendió temporalmente su participación en el proceso de transición con el presidente saliente Alejandro Giammattei por falta de condiciones.
La víspera el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, informó al Consejo Permanente de ese organismo que la fiscalía es una amenaza al proceso electoral y pidió poner fin a las acciones contra el tribunal electoral, el partido Semilla y Arévalo.
*Con información de AP.