Las regiones del este y el sur de Ucrania, ocupadas por las fuerzas de Moscú, celebraban este sábado 24 de septiembre el segundo día de un referéndum sobre su anexión a Rusia, un voto calificado de “farsa” por Kiev y sus aliados occidentales.
La votación para decidir si Rusia debe anexionarse cuatro regiones de Ucrania comenzó el viernes, siete meses después de la invasión de las tropas de Moscú. El mismo día en que empezaba la votación, funcionarios de la ONU y de Ucrania revelaron lo que, según ellos, son más pruebas de los “crímenes de guerra” rusos cometidos en el país, incluidas ejecuciones y torturas.
“Los referendos de Rusia son una farsa, un falso pretexto para intentar anexionarse partes de Ucrania por la fuerza, en flagrante violación del derecho internacional”, dijo el presidente estadounidense Joe Biden.
Las votaciones incluso provocaron la reacción de China, y su ministro de Exteriores, Wang Yi, dijo a su homólogo ucraniano Dmytro Kuleba que “la soberanía e integridad territorial de todos los países debe ser respetada”.
Los referendos se celebran en las zonas controladas por Rusia, en Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporiyia, en el sur. Las autoridades irán de puerta en puerta durante cuatro días para recoger votos y los colegios electorales abrirán el martes para que los residentes puedan votar el último día.
También se pudo votar en el edificio de Moscú que representa a la región escindida de Donetsk. Leonid, un militar de 59 años, dijo que se sentía “feliz”. “En última instancia, las cosas avanzan hacia la restauración de la Unión Soviética. El referéndum es un paso hacia ello”.
Sin legitimidad
Los referendos fueron anunciados a principios de esta semana después de que una contraofensiva ucraniana se apoderara de la mayor parte de la región de Járkov, con lo que cientos de localidades volvieron a estar bajo el control de Kiev tras meses de ocupación rusa.
La anexión de las cuatro regiones en Rusia representaría una escalada del conflicto, ya que Moscú consideraría cualquier movimiento militar allí como un ataque a su propio territorio. Los referendos recuerdan el celebrado tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014.
“El mundo reaccionará con total justicia a los pseudo-referendos, serán condenados inequívocamente”, afirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el viernes.
También el viernes los países del G7 afirmaron que los comicios “nunca” serán reconocidos y que no tienen “ningún efecto legal ni legitimidad”.
Pruebas de “crímenes de guerra”
Por su parte, investigadores de la ONU acusaron el viernes a Rusia de cometer crímenes de guerra en Ucrania, enumerando bombardeos, ejecuciones, torturas y actos de violencia sexual.
Erik Mose, el presidente de la Comisión de Investigación -un equipo creado por el Consejo de Seguridad en marzo-, dijo que habían visto pruebas de un “gran número de ejecuciones”, así como de violaciones y de tortura de niños.
En la región de Járkov, las autoridades ucranianas anunciaron el viernes la exhumación de 447 cuerpos de un bosque cercano a la ciudad de Izium, retomada recientemente de manos de los rusos.
“La mayoría de ellos tienen signos de muerte violenta, y 30 tienen signos de tortura”, dijo el gobernador regional de Járkov, Oleg Synegubov. El Kremlin acusa a Kiev de fabricar pruebas de supuestos crímenes de guerra.
Putin aseguró esta semana que protegería el territorio ruso por “todos los medios”, mientras que el expresidente y actual número dos del Consejo de Seguridad del país, Dmitri Medvedev, señaló que esto implicaría inclusive el uso de “armas nucleares estratégicas”.
Moscú comenzó el jueves su llamada obligatoria a filas después de que Putin anunciara la movilización de unos 300.000 reservistas para reforzar el esfuerzo bélico.
Pero muchos hombres también estaban abandonando Rusia en masa antes de que se les obligara a alistarse, sobre todo hacia las exrepúblicas soviéticas que conceden la entrada sin visado.
Algunos, sin embargo, no pudieron evitar la convocatoria como Mijail Suetin, de 29 años, que fue detenido en Moscú en una protesta contra la movilización y poco después recibió una orden para ir al frente. “Me esperaba los procedimientos habituales: la detención, la comisaría de policía, el tribunal (...). Pero que me digan: ‘Mañana te vas a la guerra’, (...) eso sí que fue una sorpresa”, dice.
*Con información de AFP.